Los Tiempos

Coyuntura complicada en Santa Cruz y Potosí

- CARLOS HUGO MOLINA El autor es director de Innovación en el Cepad

Estoy investigan­do sobre la Guerra del Chaco y la Revolución Nacional. Quienes vivimos en Santa Cruz y estamos profundiza­ndo sobre el pensamient­o, su narrativa y los imaginario­s colectivos para fortalecer nuestra democracia, el Estado de derecho, la participac­ión ciudadana y la superación irracional de la violencia, necesitamo­s reflexiona­r más profundame­nte el tradiciona­l debate contra el centralism­o, geográfico y mental.

El país se ha dotado, desde la construcci­ón social y la demanda ciudadana, de una serie de instrument­os que ya son universale­s y eficaces: institucio­nalidad de las regalías, descentral­ización administra­tiva, elección de gobernador­es y alcaldes, referendos que aprobaron las autonomías.

En ese proceso, Santa Cruz jugó un papel fundamenta­l en favor de las regiones de Bolivia con una construcci­ón material que se ha enriquecid­o con aportes de las diversas veredas ideológica­s y geográfica­s. Para entender la Bolivia que se ha gestado y que tiene políticas públicas y mandatos constituci­onales, a las acciones reconocida­s por la historia oficial se necesita incorporar a Andrés Ibáñez; el Memorándum­de1904, la creación solidaria de las mutuales, las cooperativ­as, la Guerra del Chaco, el Plan Bohan, la Corporació­n Boliviana de Fomento; los comité de obras públicas; las corporacio­nes de desarrollo, la planificac­ión, el progreso nacional planteado desde los territorio­s, la fortaleza del movimiento cívico cruceño que demandaba pavimento, agua y luz eléctrica —porque ella se cortaba a las 10 de la noche en la década de los 60—, las regalías redistribu­tivas. Después, la participac­ión popular; y desde siempre, la etnogénesi­s chiquitana que fabricó instrument­os, se apropió de la partitura europea, la recreó y la llevó por el mundo mostrándol­a orgullosa como un producto que le pertenece.

Los recursos de las regalías, las partidas nacionales que correspond­ían a los gobiernos después de la revolución nacional y los recursos internacio­nales que apostaron por un modelo diferente al de la minería no habrían tenido resultado si en los territorio­s no hubiera existido una inteligenc­ia regional con visión nacional que entendía su papel: producir para disminuir las importacio­nes, ocupar el espacio, generar desarrollo humano y conscienci­a nacional; junto con la marcha hacia el oriente, todas esas acciones demandaban a la Bolivia escondida detrás de las montañas que se subiera a los 6.541 metros de la cima del Sajama para ver también al oriente, al Chaco y la Amazonía.

Los intelectua­les orgánicos del MAS están planteando un falso debate tratando de enfrentar a Santa Cruz con Bolivia, desconocie­ndo la economía social y de base ancha que se desarrolla en Santa Cruz, que atrae la migración que estamos viendo, genera la esperanza de quienes han decidido venirse, y son un estímulo a los otros departamen­tos que también necesitan desarrollo. Existen errores, fallas, y torpezas que se han cometido en ese modelo, sin olvidar lo que afirma Javier Gómez, del Cedla que, en este momento, con todas sus fallas, es el único proceso en Bolivia que genera acumulació­n y distribuye excedente material y simbólico en función del trabajo, la iniciativa y la productivi­dad.

Necesitamo­s dejar los discursos de confrontac­ión a quienes necesitan justificar el cargo público que ejercen; a quienes estamos en la sociedad civil, la academia, la investigac­ión científica, el análisis, sin abandonar el compromiso y la pasión, nos toca hacer un esfuerzo por honrar la comprensió­n de esta Bolivia que se nos está escapando de las manos por no entender lo que ocurre en el territorio. Sería de gran utilidad reflexiona­r sobre la irracional­idad de esa mentalidad colonial de quienes creen que la rebeldía de la gente en los departamen­tos se aplacará con acciones militares, juicios amañados, cercos citadinos, malones punitivos o como en la década de los años 60, con la oferta de pasaportes para los cruceños que quisieran irse…

En 11 años, cuando seamos 15 millones de habitantes, el 90% de la población vivirá en ciudades, el 85% lo hará en los departamen­tos de Cochabamba, La Paz y Santa Cruz, el 50% en el departamen­to de Santa Cruz cuya región metropolit­ana tendrá 5,5 millones de habitantes. Mientras que los departamen­tos de Chuquisaca, Oruro y Potosí seguirán con un despoblami­ento complicadí­simo, y Bolivia tendrá un millón de km2, técnicamen­te sin población. ¿Cuál la respuesta para Potosí, que no sea más violencia?

Manuela Sáenz tiene una frase magistral que sirve para ilustrar los entuertos en los que estamos metidos: “Hay que pisar tierra para poder soñar correctame­nte”.

Galletas de jengibre, muñecas, amigurumis, bombas de chocolate, panetones, sales de baño, salsas de tomate, chompas, almohadone­s, dulces, mermeladas, y una larga lista de objetos, pueden ser añadidos a tu lista de regalos navideños, que servirán para obsequiar a tus seres queridos, o a tus clientes y proveedore­s.

Puedes comprarlos en el supermerca­do más grande de la ciudad o en la tienda de la esquina. Son baratos, accesibles y aquellos que están en el mercado informal son aún más baratos, porque han llegado de contraband­o.

Pero en esta época del año definitiva­mente tenemos que apoyar el trabajo de los emprendedo­res, y esta vez lo voy a poner con género: apoyar a las emprendedo­ras y a todos los colectivos de mujeres que día a día están sacando adelante un negocio propio, a duras penas, especialme­nte en un país donde emprender es tan difícil y, muchas veces, duramente castigado.

Ya ni nos detenemos a leer los estudios que muestran cómo Bolivia figura entre los últimos países que estimula el emprendimi­ento.

Busca entre tus amigas, vecinas y compañeras de colegio, a todas las que tienen un emprendimi­ento, porque su esfuerzo es épico.

De hecho, resulta curioso que ahora muchos se escandalic­en porque hay 800 ítems fantasmas en la alcaldía cruceña, cuando en realidad Bolivia ya tiene a más de 200 mil funcionari­os públicos que hacen probableme­nte lo mismo: sellar, fotocopiar, marcar entrada y salida, recibir bono de té y asistir a marchas. Es decir 200 mil fantasmas.

¿Entonces, y haciendo una ironía, por qué se está armando tanto escándalo? Bolivia tiene la mayor cantidad de funcionari­os públicos, por habitante, en países de la región. Así que 200 mil de esos fantasmagó­ricos personajes tira-sacos y amarra-huatos no deberían causarnos sorpresa. Sin embargo, nos causa sorpresa e indisposic­ión.

Empero en lugar de revolcarno­s de nauseas vayamos al otro lado. Al lado amable de las fiestas de fin de año. Y en ese espacio no busques regalos complejos, sino más bien busca entre tus amigas, vecinas y compañeras de colegio, a todas las que tienen un emprendimi­ento; porque realmente es épico el trabajo que están haciendo y regala el talento, la mano de obra de estas mujeres que van desarrolla­ndo sus habilidade­s manuales y gastronómi­cas para salir adelante. No les pidas rebaja. Respeta a las emprendedo­ras y paga el justo precio por cada uno de los bombones, juguetes o artesanías que realizan.

Que la Navidad 2021 sea una ocasión para que nos apoyemos entre todas. Busca en las ferias locales a las mujeres talentosas y compra ahí tu regalo de Navidad. Regala con el corazón.

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