Claustro Santa Teresa reabre con Museo Sacro.
DE SANTA TERESA, 258 AÑOS DESPUÉS
COCHABAMBA Fundado en 1760 , el Convento de las Carmelitas Descalzas abre sus puertas con museo de arte sacro tras cinco años de trabajos de restauración en muros, objetos y pinturas.
EXPOSICIÓN La muestra no cuantificable contiene tesoros patrimoniales del barroco.
RESTAURACIÓN De un total de 30 ambientes, siete se abren al público el día de la inauguración totalmente restauradas.
Es un sitio excepcional y maravilloso que encierra los tesoros y secretos más entrañables de las hermanas Carmelitas Descalzas que pasaron por este claustro durante 258 años en Cochabamba. El convento de clausura, donde actualmente viven ocho monjas, es una obra de arquitectura fundada en 1760, en poco más de medio manzano sobre la calle Baptista. Es una de las más antiguas del centro histórico, inicialmente quedó inconclusa y se retomó cuarenta años después con una peculiar construcción dentro de otra. Reabre como Museo Sacro para mostrar los secretos patrimoniales del barroco.
El convento recibía a las mujeres de las familias mejor acomodadas económicamente en la ciudad que decidían dedicar sus vidas al servicio del Señor, quienes en la mayoría de los casos llegaban acompañadas por algunas sirvientas que también permanecían enclaustradas por el resto de sus días.
De un total de 30 salas de exposición en el convento, siete estarán listas para mostrarse al público después del 17 de abril: el Confesionario, la Sala de las Hermanas, el Capitular, el Coro de las hermanas, el Ingreso, Locutorio y varias salas comunes. “Esto marca un momento histórico de relación con los habitantes no sólo de Cochabamba, ya que podremos reconocer, interpretar, valorar parte de nuestra historia que ha sido cuidada por las monjas que siempre fueron muy reservadas”, dijo el padre Linton Guzmán, director de la obra de restauración que duró al menos cinco años. La Embajada de Estados Unidos invirtió más de un millón de dólares
para llevar a cabo la restauración al mando de tres arquitectos cochabambinos y más de 60 obreros.
El trabajo se realizó en tres fases. Una fue la restauración de la pintura mural. “No se trata de papel tapiz. Todo está pintado en las paredes y eso lo hicimos pieza por pieza”, manifestó el arquitecto Mario Moscoso, responsable de la obra.
Las pinturas pertenecen a la Escuela Potosina y Sucrense de la época, al menos 12 cuadros ya han sido restaurados por profesionales y estarán en exposición, mientras que en paralelo se prosigue con otras tareas de restauración que permitirán ampliar la muestra del Museo de Arte Sacro.
El arquitecto Simone Pietro Rinaldi, ayudante supervisor del Padre Guzmán, explica que las pinturas que se expondrán son escenas de la vida de Jesús y de algunos santos, realizadas por artistas anónimos.
El padre Guzmán, en una visita previa a la apertura al público, destaca el carisma especial y vocación de las hermanas Carmelitas. “Conlleva una gracia inmensa el vivir este estilo de vida de oración, trabajo y vida fraterna consagrada en una comunidad, pero es un camino de alegría profunda y fe el estar unido a Jesús en intimidad durante toda la jornada en esta vida sencilla y pobre… Eso es ya dar fruto y vida al mundo”.
Ciertamente, los visitantes podrán aprender de las rutinas y hábitos de las Carmelitas que “son como tú y como yo. Aman a los hombres y por ello precisamente estuvieron aquí. Sí, es difícil, se nos escapa, es un misterio, pero tan vivo y humano a la vez”.
Las puertas del claustro de Santa Teresa, en el centro de Cochabamba, se abre al público desde el próximo 18 de abril, entre las 9:00 – 12:00 y de 14:00 – 17:00, de lunes a sábado.