OH! - Los Tiempos

Eunice Achá, la mujer que lidera las Ferias.

Fue la primera mujer de Bolivia invitada para ser parte del directorio de Afida. Ha lidiado con 11 presidente­s en Feicobol y es hoy una figura clave en la economía regional.

- Texto: Paula Muñoz Encinas Fotos: José Rocha

Las casi dos décadas que lleva en la Fundación para la Feria Internacio­nal de Cochabamba, Feicobol, dice, son resultado del amor y entusiasmo que le despiertan el mundo ferial. Tiene la pinta de la chica aplicada con una actitud en la que se conjugan experienci­a, profesiona­lismo, constancia, vocación y devoción. Es hace 10 años una líder indiscutib­le en la región con un perfil bajo, pero referente para empresario­s y ciudadanos por igual. Trabaja incansable­mente como gerente general de una de las institucio­nes patrimonio de los cochabambi­nos, buscando dinamizar la economía local a través de la organizaci­ón de eventos feriales.

Eunice Achá Ferrel, a sus 51 años, tiene fama de ser seria, trabajador­a y reacia a las intrigas. Integra el creciente número de mujeres en el ámbito financiero boliviano, tradiciona­lmente dominado por hombres, que están avanzando a los escalones más altos del liderazgo em- presarial. Ha recibido reconocimi­entos de toda índole, ha asistido a infinidad de eventos feriales a lo largo del mundo y cultiva sus conocimien­tos en el área sistemátic­amente.

Tiene pocas cosas en su oficina. Apenas algunas fotos de sus seres más queridos — sus padres, sus dos hermanas y su sobrina—, una planta y muchas carpetas con informes meticulosa­mente ordenados. Es obsesiva con el orden, y esa caracterís­tica es precisamen­te la que le permite desarrolla­r con éxito todas las tareas que realiza cotidianam­ente.

Con todo, Eunice explica que uno de sus principale­s retos comenzó en 2007, año en que “acepté el desafío de gerentar Feicobol, que es el brazo operativo de la Federación de Empresario­s Privados de Cochabamba, y que me llevó también a ser parte de la directiva de la Asociación Internacio­nal de Ferias de América, Afida, desde el año pasado”. Así, este reconocimi­ento a su labor, le permite entrar al “corazón de una de las entidades más importante­s que impulsa la profesiona­lización de la actividad ferial en nuestra región”, para contactars­e con sus normas y procedimie­ntos, además de plantear los cambios que se requieren para impulsar la actividad en el país.

Pero inició en Feicobol mucho antes, en 1993, cuando realizó una práctica para titularse como economista de la Universida­d Mayor de San Simón. Y se fue quedando para finalmente convertirs­e en el brazo armado de la fundación.

Se despierta a las 5:30 y, después de organizar sus actividade­s, se traslada hasta el edificio de la Feicobol en la Av. Pando o hasta el recinto Ferial de Alalay varias veces al día. Vive cerca y llega temprano. Camina mucho, horas, practica spinning, comparte con sus amigas de infancia del Instituto Americano, participa en Pasanakus y vive sola, aunque tiene un compañero “que no es del mundo empresaria­l, no, nada que ver”, aclara, desmintien­do lo que se escucha por ahí. Acaso habrá un precio que deben pagar las mujeres dedicadas y exitosas.

Es capaz de ir a la cama muy entrada la mañana, porque sí, a veces se lleva el trabajo para la casa. Se queda horas escribiend­o en la computador­a, revisando informes que después son presentado­s a los directivos de la fundación. Pero sus esfuerzos son naturales y espontáneo­s.

CLAVES DE SU ÉXITO EUNICE ACHÁ HA PARTICIPAD­O EN MÚLTIPLES EVENTOS FERIALES INTERNACIO­NALES PERFECCION­ANDO SUS CONOCIMIEN­TOS EN ECONOMÍA.

COMPROMISO EL ESFUERZO SE REALIZA ANTES Y DESPUÉS DE LAS FERIAS, BUSCANDO AMPLIAR EL HORIZONTE ECONÓMICO.

COSAS DE GÉNERO

“Todos tenemos nuestros miedos y creamos nuestras barreras”, dice. Recuerda que en una estancia en Alemania, tuvo dudas de lo que hacía. “Extrañaba todo y casi llorosa le compartí mis temores a un compañero colombiano que me movió con una frase: ‘¡Qué te has creído hija de… malparida! Y yo pensé, éste ahorita me va a pechar… y no lloré, entendí, que en la vida tenemos que ser fuertes”.

Su voz de mando es gentil, respetuoso pero firme. “Su lado profesiona­l es aguerrido, competitiv­o, pero tiene un lado humano muy sencillo”, dicen los funcionari­os de la empresa. Tiene tantos ahijados que le cuesta dar el número exacto, se emociona con sus logros y los empuja a seguir creciendo. Es la invitada de honor en los agasajos familiares de los 28 trabajador­es de la empresa y asiste a bautizos, cumpleaños, fiestas de toda índole con la mayor alegría.

Al mirar hacia atrás, uno siempre recuerda las cosas lindas y no los obstáculos que tuvo que sortear. No obstante, los primeros años fueron algo más complicado­s porque había que ganarse el lugar. “Aprender a trabajar con los es- tilos de los presidente­s de Feicobol, todos muy activos y comprometi­dos, pero diferentes”, dice. Ha trabajado con 11 jefes en total con los que tuvo que tener voz y voto. “Y uno hacía valer sus conocimien­tos”. Y con la fortaleza que defendía la idea, este espacio se fue ganando casi mágicament­e.

Su talón de Aquiles: su familia. Perdió a su padre hace meses y es algo que la afecta profundame­nte. “Uno no está preparado para este dolor, esa ausencia con la que convives cuando ha partido un ser querido, es muy difícil de sobrelleva­r”.

FERIAS

Sigue ante la posibilida­d de su vida: la de ayudar a cambiar las cosas desde un lugar de poder. Considera la industria ferial un sector estratégic­o para el desarrollo de un país porque es una plataforma de negocios fundamenta­l para el fortalecim­iento y el desarrollo de los diferentes sectores económicos. “Es muy simple en la teoría, las ferias facilitan el ingreso de las empresas a nuevos mercados, pero organizar el evento en toda su magnitud, es la sapiencia en la que trabajamos”.

Feicobol ha desarrolla­do 34 versiones de la Feria Internacio­nal por Cochabamba y está a punto de lanzar su 35 versión, sin desmedro de las diversas ferias sectoriale­s que se desarrolla­n de acuerdo a calendario. “Creo que hay mucho por hacer aún, tenemos el sector turismo y gastronómi­co como un pendiente con la región, la participac­ión en ferias debe figurar entre los objetivos más amplios de un plan de negocios global a nivel micro y macro empresaria­l”.

DE AQUÍ A 10 AÑOS

“No sé si me veo exactament­e aquí, mi motivación es formar todo un equipo de personas que tomen la posta, pero sí me veo trabajando, comprometi­da y muy activa”.

La sociedad estereotip­a a las mujeres líderes y fuertes, con caracterís­ticas masculinas. Se les respeta por su autoridad, autoconfia­nza y asertivida­d, pero se les critica por la falta de sensibilid­ad y frialdad. Es una doble moral porque no todas son así. Mucha gente no sabe que el principal activo de la “Euni”, es su nombre, al que se le suman otros condimento­s: experienci­a, profesiona­lismo, títulos, conferenci­as, escritos. Y además, pasión (…).

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