NUTRICIÓN Eliana Ohanian reinventa “la sopa de la abuela”
Es una experta en la evolución de los alimentos y de los procesos asociados a la calidad, también es la creadora de un novedoso plan de desintoxicación en base a alimentación sana
Es un orgullo la historia de trabajo, innovación y esfuerzo de Eliana Ohanian Sotomayor, una cochabambina de 42 años, cuyas cualidades la han llevado por un camino exitoso en el desarrollo de su profesión: ingeniería en nutrición y ciencias de alimentos. Es inteligente, empática, inquieta, perseverante y decidida, y es así como ha logrado poner en marcha todos sus proyectos.
En términos laborales, hoy está dedicada al rubro de la conserva saludable como gerente de la División de Alimentos de Astrix, liderando la marca Nuna, sabores para el alma. “Hago innovación y creación desde la etiqueta hasta probar los sabores y en algunos casos cambiar formulaciones para que los productos importados sean aptos para lo que quiero dentro de este concepto de conserva saludable en franja verde”.
Pero también es la creadora de Wisa, hecho con magia, lanzada hace seis meses, un proyecto innovador que consiste en un plan detox de sopas, smoothies, entre otros, que ayu- dan a eliminar toxinas acumuladas, limpian la sangre y en el proceso de restauración curando el sistema inmunológico. La cúrcuma fue todo un descubrimiento en Colombia y es la base de su plan de sopas desintoxicantes cocidas durante 24 horas con verduras, patas de gallina, médula de vaca y vinagre de manzana.
Eliana, una vez egresada de la Florida State University de Estados Unidos, fue la responsable de implementar la primera planta en Bolivia con un sistema HCCP integrado en la empresa Palmo Verde, exportadora de palmitos, y logró cambiar el sistema de gestión que hoy conocemos como ISO 22.000. “Me especializo en sistemas de gestión, abarco lo que son normas y hago muchas consultorías en distintas empresas para poder certificar, entre ellas Indaprot, varios palmiterosenelChapare,FoodsCompanyy Coronilla,aestosúltimoslesheayudado en sus primeros pasos y los dejé listos para que certifiquen”, dice.
También hace referencia, con orgullo y nostalgia, a su restaurante Ecla, Encuentros Culinarios Latinoamericanos, que fue el punto de encuentro socialero en Cochabamba entre 2005 y 2010. Los que conocieron este restaurante no olvidan el famoso sándwich Arena, a base de pesto, pollo a la plancha, queso y una mayo- nesa casera. “Ecla fue una experiencia muy linda, era una fusión y un ambiente casual , uno de los primeros ambientes en la ciudad con sillones, bien lounge, música electrónica, de hecho hemos sido los primeros en tener una escuela de Dj allí”.
Y ya en 2007 se lanza con el primer Spring Music Fest con casi 3000 personas vibrando con la música electrónica, rock, tatuadores, artistas, pintores, entre otros, justo cuando el hotel Cochabamba estaba en ruinas, antes de su renovación. “Hicimos la mejor fiesta de Cochabamba, tarima en la piscina, modelos, era un megaevento que se repitió varios años y gracias al cual me hice famosa, todos me conocían como baby”. La fiesta empezaba a las 16:00 y se extendía hasta las 3:00. La idea era unir concientización con música y cultura. “Todos los Spring estaban unidos al concepto de reciclado, enseñábamos la importancia de lo que es reciclar, separar la basura y cuidar el medio ambiente y para recaudar fondos limpiábamos plazuelas y tantas otras iniciativas que terminaban con la gran fiesta ... pero me cansé”.
Anuncia que tiene en mente repetir la hazaña y le ha dado vuel-
tas a realizar un adiós a lo que fue el Spring Music, “como un recuerdo para el próximo año, pero está en pañales la idea, aunque tengo equipo y ganas”.
Y como todos sus proyectos, el Spring Music Fest duró cinco años. De hecho, junto con Ecla terminaron alrededor de 2011 y revela que quedó en bancarrota.
“En bancarrota pero divertida y vivida, con muchas lecciones aprendidas, podría decir que fue mi primer fracaso, pero no creo que los fracasos sean algo triste porque uno siempre aprende, depende de cómo uno se levanta, cómo uno se arma y de ahí retorné a las consultorías y al mundo de los alimentos”, cuenta.
El emprendimiento es una de sus banderas de lucha y al respecto comenta que “creo que es lo que debemos empujar a nivel nacional, no sólo en empresas nuevas sino buscando la propia realización”.
Para 2019, Nuna se viene con innovaciones que son sus ideas enfocadas en el rubro de la conserva saludable, con nuevos productos como el aceite de oliva, vinagre balsámico y ya esta semana con tomates deshidratados de la línea boliviana, pero también hay productos peruanos, españoles, argentinos, ecuatorianos y otros. “Es el trabajo ideal como ingeniera industrial, es mi dream job dentro de lo que he estudiado porque sigo auditando plantas, creando productos, reformulando y poniendo a prueba mi creatividad de diseño e imagen”, dice.
Wisa, que en quechua quiere decir estómago, es su proyecto más joven y ambicioso. ”La probé durante un año antes de lanzarla al mercado”. Ha soñado una franquicia para el próximo año, mostrarlo al mundo y compartir los beneficios de su dieta.
“Me tomé muchas sopas horribles al gusto hasta que encontré la fórmula perfecta”, comenta y asegura que la magia está en la cúrcuma porque es soluble en grasa, “lo que permite que se disuelva y al beberla uno tenga la capacidad de absorber 10 veces más que si la tomara en té. Yo hago Detox hace un año con sopas de Wisa porque nadie te dice tu estómago está agujerado y te estás matando, tienes stress, tómate esta pastilla, es cuatro, tómate esta otra, es cinco, pínchate corticoide, y así sucesivamente te van metiendo medicinas que no curan la raíz, que es el estómago. Con el corticoide ya no te duele, con la pastilla te curas la psoriasis, pero te matas los riñones, y así, ... si tu estómago está bien, todo tu cuerpo estará bien. No somos los que comemos, somos lo que eliminamos”.
Asegura que su energía proviene de su nueva vida alimenticia. “Antes era movida, pero hoy a mi edad me siento como a los 15, he recuperado la energía y la juventud, no sé de donde nace exactamente toda esta fuerza, creo que soy un ave fénix, me reinvento y me enamoro de todos mis proyectos y mi hilo conductor siempre son los alimentos”.
Finalmente, confiesa que está contenta con su vida y que está en un gran momento. “Eso de no estar casada me tiene motivadísima, no tengo hijos, pero uso esta libertad para crear para otros, me apasiona la alimentación y la nutrición y hoy estoy más apasionada que nunca”, manifiesta.