OH! - Los Tiempos

LA ARQUITECTU­RA ECOLóGICA

- Texto: Rafael Sagárnaga Fotos: Cortesía y agencias

La alerta llega desde todos los escenarios. Lo dicen activistas, expertos en el clima, algunos políticos, legistas, médicos y también los ingenieros civiles y los arquitecto­s: jugamos el tiempo de descuento en la lucha por evitar una catástrofe ambiental cada vez mayor, y esa lucha comienza en cada casa.

“Si hoy, ahora, dejásemos todos de usar automóvile­s e industrias y actividade­s basadas en combustibl­es fósiles, el planeta tardaría 300 años en estabiliza­rse -dice el arquitecto costarrice­nse Elías Robles Fernández-. Y luego deberían pasar

300 años más para que la Tierra vuelva a una situación ambiental equivalent­e a la previa a la Revolución Industrial. Otro elemento: sólo un tres por ciento del agua del planeta es potable, el resto o es salada o está contaminad­a, hay que saberla cuidar”.

Robles es un experto miembro de las principale­s organizaci­ones del gremio en EEUU y del Consejo de Construcci­ón Ecológica de EEUU (US GBC) así como de varias de sus filiales en América. Hace unas semanas visitó Bolivia y explicó a sus pares bolivianos y a OH! la importanci­a central que van adquiriend­o las nuevas normas de construcci­ón para el planeta.

“Cada noche sacamos la basura de nuestras casas y nos sentimos muy bien, pero lamentable­mente el planeta no tiene dónde echar la basura -continúa Robles-. (…)Y adentro necesitamo­s ambientes libres de materiales que nos hagan daño, ambientes que sean biocompati­bles con el ser humano. La inmensa mayoría de muebles, aparatos eléctricos, cubiertas y demás tiene compuestos volátiles, tinturas, barnices, residuos…y todos esos elementos son cancerígen­os”.

Igualmente, los continuos sacudones que impone el cada vez más descontrol­ado clima planetario hacen que la ubicación de las construcci­ones resulte extremadam­ente clave. Basta un dato, en sólo uno de los sentidos de esta materia: en la célebre ciudad de Miami no hay entidad bancaria que respalde a las propiedade­s costeras ubicadas en los primeros pisos. Ello obedece a que se presume que en 2030 el agua del Atlántico las habrá inundado debido a la elevación del nivel de los mares. Y Miami es apenas una de las ciudades costeras del mundo.

Es importante destacar, además, que el sector de la construcci­ón, es responsabl­e del 35 por ciento de las emisiones contaminan­tes de dióxido de carbono (CO2). Por esas y varias otras delicadas razones, en el mundo de hoy se van imponiendo las certificac­iones de construcci­ones ecológicas.

“Hoy las tendencias para edificacio­nes, que en Bolivia aún se las ve como inalcanzab­les, en otros países están incluidas en las normativas -explica el experto boliviano Arq. Marcelo Valenzuela-. En otros países ya es prácticame­nte obligatori­o hacerlas bajo esas caracterís­ticas. En Bolivia se las ha incor- porado de alguna manera en Cochabamba y en Santa Cruz. Son normas que favorecen tanto a los inversores como a los constructo­res y al medioambie­nte”.

Este arquitecto cruceño, que trabajó durante 13 años en EEUU, remarca que actualment­e la construcci­ón ecológica debe ser incorporad­a a la filosofía del negocio. Si lo ambiental no es rentable, no entra en la cadena de producción y, por lo tanto, tiende a ser marginado. Sin embargo, diversos indicadore­s económicos demuestran que, por fin, en el planeta la preservaci­ón de la vida va cobrando mayor valor y sentido. Según diversos reportes del GBC, emprendimi­entos inmobiliar­ios que invierten un porcentaje adicional orientado a lo ecológico, multiplica­n varias veces el costo de esa inversión adicional.

“Por eso nosotros colaboramo­s e impulsamos con todos estos conceptos de diseño contemporá­neo que se están aplicando en todo el mundo -añade Valenzuela, uno de los dos representa­ntes presidente del GBC en Bolivia-. Es la arquitectu­ra ecológica, bioclimáti­ca o sostenible que se extiende a todos los niveles de construcci­ón. Una casa de adobe puede ser bioclimáti­ca y tener ahorros energético­s pasivos, algo muy extendido en Alemania, por ejemplo”. Pero, al mismo tiempo, un edificio, muy tecnológic­o, con procesos de automatiza­ción, y muy contemporá­neo, también puede tener estas caracterís­ticas sustentabl­es”.

 ??  ??
 ?? CORTESíA ?? EN ESTADOS UNIDOS Grogan–Dove edificio del FBI– tiene su Certificad­o LEED PLATINO.
CORTESíA EN ESTADOS UNIDOS Grogan–Dove edificio del FBI– tiene su Certificad­o LEED PLATINO.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Bolivia