PAOLO AGAZZI Y EL PAÍS EN EL QUE FILMÓ SUS SUEÑOS
Un recorrido por la vida y obra del director y productor ítalo-boliviano, quien acaba de terminar el rodaje de “Mi Socio 2.0” y ya es parte de la historia del cine nacional
Paolo Agazzi Sacchini es probablemente uno de los tres cineastas bolivianos más prolíficos. Ha participado en la mayoría de las más destacadas producciones del cine nacional. En un principio, lo hizo apoyando a los grandes maestros; luego dirigiendo, escribiendo guiones y produciendo solo o junto a los nuevos talentos. Ha hecho también una destacada carrera de casi dos décadas en la televisión.
Boliviano nacido en Italia o, quizás, italiano renacido en Bolivia, técnicamente ítalo-boliviano. Nació Motta Baluffi, un pueblo de 2 mil habitantes en la provincia de Cremona. Y a sus 25 años decidió tomarse un año sabático para resolver una duda existencial mientras se daba una vueltita por Latinoamérica.
“Estaba en la universidad estudiando Ciencias Políticas y Económicas y me había enterado de que en Milán había una escuela de cine —recuerda—. Entonces me inscribí. Mi vida se volvió medio complicada, tensa, pero a la vez muy formativa, porque además ya estaba trabajando en una empresa estadounidense. Cuando acabé la esla
cuela de cine, surgió la disyuntiva”.
¿Cineasta o ejecutivo empresarial? El primero bullía desde niño con aquellas proyecciones dominicales del cine parroquial de Motta Baluffi. El segundo se consolidaba a partir de las cátedras en la universidad y ya una experiencia acumulada en cuatro años de trabajo. Entre ellos, un jovenzuelo que, mochila al hombro, empezó a interesarse en las culturas precolombinas y, como tantos de sus pares en ese tiempo, en el mito del Che Guevara. Pensaba volver con el norte bien definido y partió hacia el sur.
“Decidí con mis ahorritos tomarme el año sabático. Empecé por el Perú, quería llegar hasta México, donde había estado antes y me gustaba mucho. Pero en Milán había un pintor boliviano, Pedro Portugal, quien me sugirió que aproveche para visitar su país. Me habló de que Antonio Eguino y Oscar Soria habían concluido una película (Pueblo Chico)”.
ATRAPADO EN LOS ANDES
Pero Agazzi no sabía que antes de continuar hacia México quedaría atrapado entre los Andes y la Amazonía por contados 43 años. Conoció a los cineastas y luego hizo su planificado recorrido por Bolivia. Fue impactado especialmente por Andes asociados a valles y selvas amazónicas, por las culturas y sus interrelaciones singulares y complejas, donde cada dura travesía se veía matizada por la solidaridad y la amistad, de viajeros y lugareños. De hecho, aquella visita inicial sumaba la invitación de un cruceño a conocer su casa en la Chiquitanía.
“En la universidad había conocido a un amigo boliviano que era de San Javier y estudiaba Agronomía. Me dijo que si iba a Bolivia, quería que conozca a sus papás. Así que también recorrí varios lugares del oriente. Pero cuando volví a La Paz, con la idea de seguir mi ruta hacia México, me entero de que Antonio Eguino, Oscar Soria y Luis Espinal estaban preparando la película ‘Chuquiago’”.
vida de Agazzi bien podría ser organizada por los títulos de grandes producciones. Empezaría con los westerns que deslumbraron al niño de Motta Baluffi, y continuaría con el “Ocho y medio” de Fellini (su película favorita, o, al menos, la que destaca apenas se le consulta al respecto) que contempló ya de estudiante aplicado a la cinematografía. Y, sin saberlo, el llamado boliviano se llamaron “Yawar Mallku” y “El coraje del pueblo” en los cineclub italianos. Eran aquellas obras cumbre de Jorge Sanjinés y el grupo Ukamau (donde sumaban Soria y Eguino), a quienes se propuso