Jean Carla Saba: “Nadie nació para quedarse como está”
La conferencista, escritora y coach de vida lleva 30 años equipando personas. Por esta labor y por enfatizar el poder de la palabra escrita a través de las columnas que escribe para OH!, ha recibido una distinción internacional.
exploración y nos invita a profundizar.
El significado que cada lector da a la columna es variado. Desde ya, cito algunos ejemplos: una viejita (92) dice que le resultacompañía,unestudiantedederecho(25) vioqueeldocenteintrodujolaclaseconuna de ellas, una mamá lo utiliza con la familia de material de estudio, una maestra parvularia recorta las columnas y las expone en las paredes para fomentar la lectura reflexiva entre los papás o un amigo que me solicita permiso para usarla en un discurso institucional…todo esto incrementa la responsabilidad y el compromiso.
— “Casi todo es otra cosa”, ¿por qué eligió este título para la columna que escribe para OH!?
religiones nuevas, enfermedades de moda, comida adictiva, remedios innecesarios. Juzgamos sin saber, discutimos sin conocer, nos encontramos con verdades absolutas que las relativizamos cambiándolas por opiniones personales posesionándolas como principios de vida sin ningún cuestionamiento. Sinceramente, me parecía que a lomaloempezamosallamarbuenoylobueno, ya no importaba. De ahí salió el nombre de “Casi todo es otra cosa” porque lo que vemos no siempre es lo que es. ¡Ah! desde ya, mi primer libro titula lo mismo y por él fui reconocidacomoautoralatinaeneltemade desarrollo personal en Miami, en 2017.
—Hablando sobre el proceso creativo al escribir sus columnas, ¿cómo decide qué reflexión compartir o qué contar?
—Sentada frente a la computadora con unasideasrondandolacabezaescomoempiezo a escribir. Comienzo con un pensamiento y una clara intención, pero conforme voy tecleando las ideas van cambiando. Puede que sea mala escritora, que me deje dominar por ellas o tal vez algo permisiva porque las dejo mutar conforme avanzo. No niego que a veces me siento traicionada, pues en momentos se expresan como a ellas les da la gana, entrando en una especie de resistencia con mis propios valores. Hago un alto y trato de reencauzarlas, no todas son domables; paro y pienso si es que yo me alejé de ellas o ellas se alejaron de mí, de una u otra manera me doy cuenta de que cada idea está formada por palabras y son ellas las que me afectan, porque cuando son evocadas en el camino van cobrando vida propia dependiendo no sólo de su significado, sino de la dirección que