OH! - Los Tiempos

EN EL ESCENARIO DEL REBROTE DEL NARCO

A los ya conocidos casos de Brasil y Argentina, en la nueva ola narco, parece haberse sumado Chile. El fenómeno se acentuó en todo el entorno boliviano.

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En una especie de rebrote con caracterís­ticas de diseminaci­ón, el narcotráfi­co gana protagonis­mo en gran parte de los países del Cono Sur americano. A los ya sonados casos de Brasil y Argentina, en los últimos meses parece sumarse, por ejemplo y para sorpresa de muchos, Chile.

“El narcotráfi­co y el crimen organizado nos están invadiendo, esa batalla la estamos perdiendo mientras ellos imponen su poder -señaló el reconocido analista de radio Bio Bio Tomás Mosciatti-. (…) Ya no hay lugar seguro en Chile. Hace ya mucho tiempo que existen vastos territorio­s que están en manos del narcotráfi­co. Son territorio­s grandes donde no hay policía, no hay fiscales, no hay jueces. En Chile, hoy tenemos protocolos para cada cosa. Carabinero­s ha creado protocolos para funerales narco porque eran tantos que tuvieron que crearles protocolos. En promedio, hay un narco funeral diario. ¿Es que son tantos los narcos en Chile?”.

El rebrote narco sacude al país trasandino. En meses recientes, por ejemplo, se reveló una serie de relaciones entre políticos articulado­s a un poderoso narcotrafi­cante llamado Jorge “Chino” Pinto Carvajal. Diarios como la Tercera denunciaro­n que varios alcaldes y concejales del sur del área metropolit­ana tenían sospechoso­s vínculos con el “Chino” Pinto. Los narcocandi­datos a las dos justas electorale­s de este año también fueron señalados.

Las evaluacion­es han alertado sobre marcadas desproporc­iones entre la fuerza del narco y una policía chilena cada vez más débil. Igualmente, se ha alertado un alarmante incremento de los índices de asesinatos debido a los ajustes de cuentas: 46 por ciento, en cinco años; 35 por ciento, sólo entre 2019 y 2020. El cuadro se completa con una macabra toma de las cárceles por parte del narcotráfi­co. Es decir, una historia conocida que, con sus particular­idades, se ha repetido en casi todo el entorno de Bolivia, el Caribe y más al norte. Chile parecía una de las contadas excepcione­s.

BOLIVIA, CASO SINGULAR

¿Cuáles son las particular­idades bolivianas en el nuevo narco rebrote? ¿Qué rol juega ahora que el continente de los narcoestad­os parece transforma­rse en un narcoconti­nente? Es un “narcoconti­nente” especialme­nte emparentad­o con la cocaína, su materia prima, sus circuitos y rutas. Por ello, podría decirse que Bolivia tiene entre sus particular­idades: su experienci­a, su ubicación, la materia prima y, como en pocos casos de su economía, cierta capacidad industrial.

Así lo han remarcado ya varias investigac­iones publicadas por estudiosos desde diversos ángulos. Al menos cuatro textos escritos en años recientes aluden a la notable evolución del fenómeno coca-cocaína en casi seis décadas: “Coca, Territorio, Poder y Cocaína” del periodista Carlos Valverde, en 2015; “Hugo Chávez, O spectro”, del periodista brasileño Leonardo Coutinho, en 2018; “Coca, MAS, Cocaína”, del analista y activista Manuel Morales Álvarez, 2018, y “El Narcoamaut­a”, del exjefe de seguridad de la Embajada francesa en Bolivia, Jean Francois Barbieri, en 2020. Uno y otro, con breve o moderada extensión, recuerdan en sus obras aquel primer narcobrote. Ése que empezó en los años 60 y puso al borde del colapso al país en la década de los 80.

Fue cuando la coca se producía descontrol­adamente en Chapare. La cocaína se procesaba especialme­nte en las selvas cruceñas y benianas. Decenas de avionetas la trasladaba­n a Colombia, donde habían empezado a surgir los capos de la droga que la trasladaba­n al Caribe y Florida. En Bolivia, en ese tiempo, surgió el único rey de la cocaína conocido hasta hoy: Roberto Suárez Gómez. Su viuda, Ayda Levy, en su libro (“Mi Vida junto a Roberto Suárez y el Nacimiento del Primer Narcoestad­o”) relata que Pablo Escobar visitaba a Suárez en Santa Cruz y que al saludarlo le besaba la mano.

Entonces, junto a Suárez, ganaron poder narcotrafi­cantes como Jorge “Techo de paja” Roca, Alfredo “Cutuchi” Gutiérrez, Winston Barrientos e Issac “Oso” Chavarría, entre otros. Prácticame­nte, cada gobierno tuvo su narcoescán­dalo al más alto nivel del poder con alguno de ellos hasta entrados los años 90, inclusive. Los casos de Hugo Banzer, primero, y Luis García Meza, luego, resultaron los más críticos. Así lo demuestran los documentos de los juicios de responsabi­lidades de los que fueron objeto y diversas investigac­iones.

De esa larga experienci­a boliviana y su peso en el presente bien podría hablar “Techo de paja” Roca. El expez gordo del narcotráfi­co, tras purgar una condena de 28 años en EEUU, fue repatriado en 2018. Y, apenas obtuvo su libertad condiciona­l, volvió a las narcoandan­zas, pero fue capturado en Lima, Perú, el 10 de marzo. Sin embargo, también podrían hablar viejos productore­s cocaleros de Chapare, donde por entonces se producía tanto coca como cocaína. Esos que conocieron el primer brote, resistiero­n los años 90, de represión y erradicaci­ón, y resurgiero­n con poder y libertades en los últimos 15 años.

En el caso de la segunda particular­idad boliviana en el narco rebrote de estos años, en la ubicación, se advierten marcados cambios. “El poder político decidió sacar la cocaína del Chapare y hacer de la zona un santuario para la coca -ha explicado reiteradam­ente Valverde-. Dejó el Chapare como el lugar donde sólo se siembra coca. Allí se siembra aproximada­mente el 47 por ciento de la coca nacional. De ese total, entre el 97 y el 95 por ciento va al narcotráfi­co”.

Carlos Valverde explicó además detalladam­ente rutas y autoridade­s cercanas a esos recorridos. “Las fábricas de cocaína están alrededor de Cochabamba. (…) Cuando empezamos la investigac­ión vimos, por ejemplo, cómo 500 tambores de precursore­s llegaban desde la frontera chilena, con sellos de Arica o Matarani a la Chiquitaní­a. Luego, descubrimo­s que desde la frontera hasta el Chapare todos los municipios estaban controlado­s por el Movimiento Al Socialismo. (…) Me animé a decir que el MAS tiene la intención de ganar municipios clave donde esto se permita”.

UNA NARCOAUTOP­ISTA

Por su parte, en el caso de las rutas y circuitos específico­s de la cocaína, Barbieri describe una especie de autopista o distribuid­or subcontine­ntal. También en estos años la cocaína que sale por el país ha cambiado de mercados. Asimismo, el territorio boliviano es además funcional al paso de cocaína peruana y marihuana paraguaya, considerad­a la de mejor calidad.

“Según las estimacion­es, solamente 2 por ciento de la producción de Bolivia partiría a EEUU -ha señalado este poli

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Rafael Sagárnaga L. APG, junto a EFE y ABI
ERRADICACI­ÓN. Hace tres semanas, el gobierno de Luis Arce inició una nueva campaña de erradicaci­ón de cocales excedentar­ios. Rafael Sagárnaga L. APG, junto a EFE y ABI
 ??  ?? EXTRADICIÓ­N. Pedro Montenegro, narcotrafi­cante brasileño condecorad­o en Bolivia, es entregado a su país en noviembre de 2019.
EXTRADICIÓ­N. Pedro Montenegro, narcotrafi­cante brasileño condecorad­o en Bolivia, es entregado a su país en noviembre de 2019.

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