Texto presentación de Osvaldo Briceño en la exposición Galería Fotocíclope.
Antes que todo, quiero contarles en síntesis que hace casi un año que partimos nuevamente, con los problemas de la contingencia y lo que eso ha significado, pero tenemos la esperanza que vendrán tiempos nuevos y mejores. Queremos que este espacio sea para los fotógrafas y fotógrafos. Acaba de exponer Jesús Inostroza y antes del estallido lo hizo Alejandro Mendoza, Marcelo Machuca y el argentino Ricardo Misito. Esperamos que siempre estas paredes estén mostrándonos los trabajos de las y los colegas y estamos llanos a recibir ideas nuevas al respecto. Junto a las muestras, en esta pequeña sala, pretendemos hacer reuniones, talleres, clases, conversatorios, presentaciones literarias, en donde siempre se involucre la fotografía. Eso como primera cosa. Queremos dar las gracias a Pepe por aceptar la invitación a exponer su trabajo en nuestra galería. Mónica y yo, nos sentimos orgullosos de tener en nuestros muros parte de las obras de José Moreno, de Pepe.
Hace más de 30 años que con Pepe nos conocemos, conozco su trayectoria en este oficio y también todo lo que involucra en su vida alrededor de la fotografía. En realidad, conocer a una persona como él, es conocer también una historia notable de un hombre sereno, pero sagaz con sus sentidos, calmado, pero rápido al enfrentar su cámara a una situación que le provoca fotografiar. El tema es, sin duda, el quehacer humano, lo cotidiano de la gente.
Detenerse en una fotografía de Pepe es imaginarse la vida de las personas, un antes y un después de ese instante detenido, es representar en la mente las imágenes anteriores al suceso como también lo por venir, es mirar en contrapicado y fijarse efectivamente en las Tres Marías, es mirar a la niña que le desea a su hermana toda la suerte antes de entrar al escenario,
es ver levantarse el telón para visibilizar a los transeúntes en la ciudad, es ver al sujeto desdoblarse detrás del espejo, es recordar el tormento del PEM y el POJH, es ver a través de su fotografía a Bolivia y a Chile en una simbiosis de quehaceres humanos. Cada imagen es un documento de la memoria, son cuentos mágicos de sus vivencias, ricos en tonos y luces. Su trabajo es fotografía sin apellido, pura y noble, originales construidos en el cuarto oscuro, de formato medio, tangibles.
Hablar de José Moreno es recordar a Quintana, es recordar también las osadías de la clandestinidad en aquellos tiempos, es recordar a la AFI y a la fotografía comprometida. Te damos las gracias Pepe por presentarnos esta muestra, por cierto, con orgullo, este evento lo haremos parte de la historia de la galería.
Gracias también a todos ustedes por estar aquí.