El Chapa se comió un gol increíble
El gol de David Pizarro provocó la reacción del equipo cruzado. Fue cinco minutos después del tanto azul, cuando los pirulos tendrían una de las jugadas más claras del superclásico.
Acusando el golpe, el mediocampo precordillerano comandado por Carlos Espinosa, agarró la pelotita a los 35’ y se puso a jugar al toque, lo que le permitió llegar a línea de fondo y sacar un centro de la muerte que José Pedro Fuenzalida se devoró inexplicablemente. Fue solo el aviso de lo que más tarde se vería en el partido: muchas llegadas de la UC y cero goles.
“Estadísticamente fuimos superiores, futbolísticamente también. La diferencia estuvo en concretar el gol. Algo nos está faltando para poder ganar. Fue un mazazo fuerte. Perdimos un partido en el que a mi entender debimos tener más suerte”, descaseteó Mario Salas tras la mocha.
“El plantel responde y eso me llena de satisfacción. Tenemos que seguir mejorando”, la cerró con cualquier pena.