Informarse y planificar: Claves para un endeudamiento responsable
Realizar un diagnóstico real de la situación financiera personal y tomar decisiones en forma consciente en relación a sus ingresos, es un ejercicio clave antes de contratar cualquier producto o servicio financiero.
Los diversos instrumentos de crédito disponibles en el mercado entregan a las personas acceso inmediato a bienes, servicios y capital, sin la necesidad de que usen sus ingresos actuales para el consumo presente.
Si bien el crédito es una valiosa herramienta para mejorar el bienestar de las personas, debe ser usado en forma responsable.
La primera recomendación es planificar, toda vez que las personas antes de endeudarse deben tener plena conciencia de los ingresos que reciben y los gastos que realizan cada mes, lo que se puede conseguir mediante la realización de un presupuesto, en el que se equilibren los recursos obtenidos y los compromisos de gasto o inversión. Parece obvio, pero no son pocos los que no hacen este ejercicio y terminan gastando mucho más de lo que pueden.
Juan Pablo Bórquez, director de BY Asesores, comenta que antes de considerar la adquisición de una deuda es necesario sincerar el presupuesto, indicando el dinero que ingresa, los gastos fijos e ineludibles y el remanente que puede utilizarse para ahorrar o para pagar los compromisos de una deuda, como son el capital o recursos y los intereses. Esto determinará cuál es la capacidad de endeudamiento de la persona. También es necesario recordar que puede haber ocasiones en que se presenten imprevistos, que necesariamente significarán gastos extra.
La siguiente recomendación es analizar si realmente se justifica el endeudamiento y si tiene la posibilidad de ahorrar un poco para amortiguar el costo final del crédito.
El plazo es otro factor determinante y, por lo tanto, antes de definirlo es clave que las personas estén informadas respecto de las características del instrumento financiero y del costo final del crédito, sea de consumo o hipotecario. “Hay que distinguir entre las deudas de consumo, que financian requerimientos de capital para gastos del día a día, con el endeudamiento para compras de bienes durables: los activos de largo plazo se financian con créditos más extensos, mientras que el capital de consumo se paga a corto plazo”, acota el experto.
En función de este diagnóstico es posible estructurar cómo se conseguirá el objetivo con apoyo del crédito. De este modo, y considerando que los recursos no son ilimitados, una decisión de consumo o inversión puede dejar de lado otros proyectos o necesidades que escapan del presupuesto personal o familiar.
Una vez tomada la decisión, los expertos y autoridades recomiendan cotizar entre todas las opciones que ofrece el sistema financiero, ya que no todos los instrumentos de crédito tienen el mismo valor. “La diferencia en el costo de la deuda estará determinada por la tasa de interés y el plazo, por lo que hay que elegir, de acuerdo con la propia realidad y el objetivo establecido, la alternativa que provea la mejor combinación entre ambos elementos”, explica Juan Pablo Bórquez.
Buen uso del crédito
El sobreendeudamiento es un fenómeno transversal a todos los estratos socioeconómicos, nivel de ingresos y conocimientos sobre el tema. Sin embargo, los expertos llaman a no temerle a un instrumento útil como la deuda financiera, ya que esta puede generar múltiples beneficios si se utiliza con conocimiento y responsabilidad.
“Es necesario evitar el autoengaño, tener conciencia del límite de endeudamiento y evitar lo que se conoce como ‘bicicleta’, en que se adquieren nuevos compromisos o deudas para pagar anteriores. Esto tiene un efecto pernicioso, con deudas que no dejan de crecer y que en algún momento no podrán pagarse”, comenta Bórquez.
En este sentido, es necesario que las personas sean educadas financieramente desde la infancia, ya que es responsabilidad de cada persona conocer las formas de administrar sus recursos de forma responsable, y los niños replican conductas que aprenden en el núcleo familiar.