Alta inclusión financiera en Chile: Desafíos y tendencias
El primer Informe de Inclusión Financiera fue realizado en Chile por la SBIF, posicionando a nuestro país como uno de los que cuenta con mejores índices de inclusión a nivel latinoamericano. Estas cifras nos obligan, como nación, a preocuparnos de realiza
El 98% de la población mayor de 15 años tiene al menos un producto financiero y 5,6 es el número promedio de productos financieros por chileno, según confirma el Informe de Inclusión Financiera de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF).
Pero, ¿Qué es la inclusión financiera y por qué es positiva para el país? Según la Red Internacional de Educación Financiera de la OCDE (INFE), la inclusión financiera se define como el acceso asequible, oportuno y adecuado de la población de un país a una amplia gama de servicios y productos financieros regulados.
Una alta inclusión financiera es positiva a juicio de los expertos, ya que permite un mayor acceso a los servicios y recursos financieros. Esto no sólo puede contribuir a disminuir la pobreza y la desigualdad, sino también lograr un mayor crecimiento económico y potenciar la estabilidad del sistema financiero.
Por ello, la tendencia a nivel mundial ha sido centrar los esfuerzos en desarrollar estrategias nacionales que promuevan avances significativos en esta materia, tanto en términos de cobertura como de calidad. Así está ocurriendo en Chile, mediante la Comisión Asesora Presidencial para la Inclusión Financiera (CAPIF) que lidera el Ministerio de Hacienda y en la que participa la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), entre otras entidades públicas.
Resultados del informe
El Informe de la SBIF tiene como objetivo contribuir al diagnóstico de la situación de inclusión financiera en el país, mejorar la información disponible en esta materia y sentar un punto de referencia para futuras mediciones, según indicó el Superintendente, Eric Parrado, en la presentación de este inédito reporte.
Entre otras cifras, el documento revela que los productos con mayor impacto en el acceso son las cuentas de depósitos a la vista y las tarjetas de débito, superando el 70% de cobertura en el país.
Por otra parte, un 87% de la población adulta posee algún producto en la banca estatal. El que tiene más cobertura es la Cuenta RUT que ofrece BancoEstado: a 2015, totalizaba 8,3 millones de cuentas.
También existe una alta inclusión financiera respecto a otros países de Latinoamérica y el Caribe cuando se revisa la infraestructura bancaria que está disponible para las personas, considerando la cobertura poblacional de casi 60 cajeros automáticos por cada 100.000 adultos. En tanto, en cuanto a las sucursales bancarias, si bien el número de sucursales por cada 10.000 adultos disminuyó en 2015 para todas las regiones de Chile, todas poseen al menos una sucursal por cada 10.000 adultos. Según el reporte, la sustitución de mecanismos presenciales por atenciones remotas pudiera explicar esta tendencia, dadas las diferencias de costos que representa mantener los primeros.
Acceso a crédito
En cuanto al acceso al crédito, un 52% de la población adulta tiene algún tipo de crédito. Un 13% tiene línea de crédito asociada a cuentas corrientes, el 18% de la población tiene un crédito en cuotas, un 7% un crédito para la vivienda, un 34% tiene tarjetas de crédito bancarias y un 31% cuenta con tarjeta de créditos no bancarias.
Si comparamos el porcentaje de adultos con algún crédito en nuestro país en relación con el resto del mundo, se advierte que, según las mediciones del FMI, en Chile hay más endeudados que en los otros países latinoamericanos, donde la cifra de deudores llega al 41% de la población en promedio, según las mediciones del FMI realizadas en diciembre del 2015.
Tarjeta de débito
El principal instrumento de pago utilizado por los clientes bancarios, en cuanto a número de operaciones, es la tarjeta de débito, cuyo monto promedio de transacción no supera los $37.000. El segundo más importante, tanto en monto como en número, es la transferencia electrónica, cuyo monto promedio de transacción supera los $200.000, mayores al usado en tarjetas de crédito (se consideran compras y avances en efectivo) y giros por caja. Finalmente, es importante mencionar el poco uso de los cheques, el cual está restringido para montos altos, que en promedio están sobre $400.000.
Un 87% de la población adulta posee algún producto en la banca estatal. El que tiene más cobertura es la Cuenta RUT que ofrece BancoEstado: a 2015, totalizaba 8,3 millones de cuentas. En cuanto al acceso al crédito, un 52% de la población adulta tiene algún tipo de crédito. Un 13% tiene línea de crédito asociada a cuentas corrientes, el 18% de la población tiene un crédito en cuotas, un 7% un crédito para la vivienda, un 34% tiene tarjetas de crédito bancarias y un 31% cuenta con tarjeta de créditos no bancarias.