La Tercera - Especiales

Antes de tomar un crédito: Siempre cotizar y comparar

Un grave error que cometen los chilenos es aceptar cualquier ofrecimien­to de crédito, sin antes revisar sus condicione­s y su propia capacidad de pago. La recomendac­ión de los expertos es que, antes de contratar un préstamo, sea con un banco o una casa com

- Por: Cecilia Corbalán

En Chile, $3 de cada $10 de los ingresos de los chilenos se destinan al pago de deudas. Y según cifras de la Superinten­dencia de Bancos e Institucio­nes Financiera­s (SBIF), el 52% de los chilenos mayores de 15 años tienen algún producto de crédito. Este alto acceso a recursos mediante préstamos otorgados por institucio­nes financiera­s puede convertirs­e en un riesgo si es que no se toman las medidas necesarias para comprender los compromiso­s que se asumen al contratar una deuda.

Como señala el profesor Sergio Urzúa, docente de la Facultad de Economía de la Universida­d Central, los chilenos tenemos hoy acceso al crédito “en forma muy fácil, a través de las casas comerciale­s, por ejemplo, que nos bombardean ofreciendo $1 millón y en 36 cuotas”. Es por esto que es tan importante informarse bien, cotizar y comparar antes de pedir un crédito.

Pasos a seguir

Cuando una persona tiene interés o necesidad de pedir un préstamo de dinero, Urzúa señala que lo primero que debe realizarse es comparar las tasas de interés de las distintas ofertas de crédito que existen en el mercado.

Esto es particular­mente relevante en el caso de los créditos hipotecari­os que, generalmen­te, se contratan a plazos de entre 20 y 30 años, y respecto a los cuales es imprescind­ible comparar entre distintas alternativ­as pues “las tasas son la variable más importante de este tipo de créditos”, afirma el académico.

Para esto, la Superinten­dencia de Bancos e Institucio­nes Financiera­s cuenta, en su página web www.clienteban­cario.cl, con un simulador de créditos hipotecari­os, herramient­a que permite comparar distintas alternativ­as de este producto de financiami­ento para la vivienda. Para ello, se puede ingresar al simulador diferentes combinacio­nes de montos, tipo de crédito, tipo de tasa de interés y plazo del mismo, de modo de poder comparar y evaluar cuál es la oferta que más se ajusta a las necesidade­s y posibilida­des de pago de la persona que pedirá el crédito.

Existen, además, otro tipo de gastos asociados a la contrataci­ón de un crédito hipotecari­o, que son de cargo del cliente y que, por lo tanto, deben ser estudiados detenidame­nte. Estos son:

Gastos de tasación del bien raíz hipotecado. Estudio de títulos y redacción de escritura. Gasto notarial.

Impuesto de timbres y estampilla­s (de recaudació­n fiscal).

Primas de seguros. En este caso los seguros de desgravame­n e incendio son obligatori­os y su pago se realizará junto con la cuota mensual a pagar.

En la web de la Superinten­dencia de Bancos e Institucio­nes Financiera­s se puede encontrar toda la informació­n que permitirá comparar los montos que cobran las distintas institucio­nes.

Se recomienda también estudiar detenidame­nte las condicione­s de los seguros de desgravame­n e incendio, para no encontrars­e con sorpresas en el momento en que se necesite hacer uso de ellos.

Crédito de consumo y CAE

El crédito de consumo es un monto de dinero que otorgan las entidades financiera­s a personas para la adquisició­n de bienes o pago de servicios y que, normalment­e, es pactado para ser pagado en el corto o mediano plazo (1 a 4 años).

Para este tipo de créditos también rige la recomendac­ión de comparar las tasas de interés ofrecidas por las distintas institucio­nes, pues pueden variar mucho, “dependiend­o de la renta de la persona que solicita el crédito”, explica el profesor Sergio Urzúa.“

Una última recomendac­ión antes de tomar un crédito es fijarse en la CAE de éstos, esto es, la Carga Anual Equivalent­e, que revela el costo del crédito en un año. Este indicador permite comparar entre distintos productos financiero­s, tales como crédito hipotecari­os y de consumo, y conocer las condicione­s que asumirá el cliente al endeudarse con una institució­n financiera. En la práctica, la CAE es un porcentaje numérico que revela el costo de un crédito en un período anual y que agrupa la tasa de interés anual y todos los gastos asociados al crédito, como comisiones, intereses y seguros. Lo importante es fijarse en este indicador y no sólo en la cuota mensual. Además, existe una “regla de oro”, según indica el sitio web del Sernac: en un mismo plazo y sobre un mismo monto, siempre será más barato el crédito que tenga la Carga Anual Equivalent­e más baja.

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