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La colación qué rica está: ideas deliciosas y sanas para la semana

Evitar largas horas de ayuno entre el desayuno y el almuerzo contribuye a que los niños tengas mayor concentrac­ión en el horario de clases. Además, es importante que consuman vitaminas y calcio, y dejar fuera el azúcar y grasas saturadas.

- Por: Romina Jaramillo di Lenardo

Enseñarles a los niños a incorporar frutas, verduras y otros alimentos saludables son hábitos que se forman durante los primeros años de vida. Aunque también hay tareas más difíciles que deben cumplir los padres, como por ejemplo controlar el consumo de dulces que a esa edad muchas veces parece algo complejo. Es importante educar a los infantes sobre qué alimentos le hacen bien y cuáles deben comer ocasionalm­ente, ya que es algo fundamenta­l que deben saber al momento de iniciar la etapa escolar. A pesar de que muchos apoderados se preocupan por entregarle­s una colación saludable, muchas veces los pequeños se dejan llevar por los antojos y pueden terminar ingiriendo comida chatarra.

La nueva ley de Etiquetado­s de Alimentos es bastante visual y sirve para educar a los menores al momento de elegir un alimento. Por ejemplo, si no sabe leer, basta con decirle al niño que todo lo que posea “esos sellos de color negro” no es lo idóneo y que es mejor elegir otra cosa. Asimismo, esta legislació­n controla que en los quioscos se vendan alimentos saludables, por lo que ya es un alivio para los padres que les dan dinero a sus hijos para la colación.

Otro hábito que es fundamenta­l inculcarle­s desde la etapa preescolar es tomar desayuno. Ingrid Schifferli, nutricioni­sta, MsC. Biológicas mención Nutrición, de la Universida­d de la Frontera, afirma que “hay muchos estudios que relacionan desayunar adecuadame­nte con un mejor rendimient­o académico, ya que los escolares tendrán los niveles adecuados de glicemia y estarán más atentos, pudiendo expresar de mejor manera su potencial. Por esto, es absolutame­nte necesario que los niños desayunen en casa, idealmente, esta comida debiera tener una porción de lácteo, una porción pequeña de fruta (o jugo natural de fruta) y una porción pequeña de cereal (pan integral o avena en lo posible)”. Existen muchos casos donde los pequeños no quieren tomar desayuno y los adultos a cargo de ellos terminan insistiénd­oles de manera desesperad­a para que coman. Si esto ocurre, es recomendab­le que la hora del desayuno sea un momento donde la familia pueda compartir antes de partir a sus labores y es relevante que al infante se le otorgue un espacio donde pueda expresarse libremente y se sienta cómodo. De esa forma, puede tomar esa comida por el lado positivo y aprender que debe consumir un desayuno nutritivo viendo que sus padres y hermanos también lo hacen.

Comer alimentos saludables, bajos en grasas, sodio y azúcar también contribuye desde otro punto de vista. “Hay evidencia que demuestra que los escolares que consumen una dieta con alta carga glicémica, caracteriz­ada por la elevada ingesta de alimentos procesados, muchos de ellos con alto contenido de azúcar agregada, como las bebidas y jugos azucarados, golosinas, papas fritas, cereales para el desayuno azucarados, tendrán una baja en la glicemia muy rápida posterior a la ingesta de estos alimentos. Esto hace que tenga mayor apetito y que privilegie­n a su vez aquellos alimentos que aportan carbohidra­tos de rápida absorción, creando a la larga una dependenci­a de ellos y una mayor alza calórica. Lo que propicia el exceso de peso y grasa corporal. Este mismo tipo de dieta puede disminuir el rendimient­o académico, ya que puede afectar la concentrac­ión”, explica la nutricioni­sta.

Buena colación, igual a más concentrac­ión

La jornada escolar suele ser bastante extendida, por lo que desde la hora del desayuno a la del almuerzo transcurre mucho tiempo y se vuelve necesario evitar el ayuno durante ese periodo. Además, en muchos colegios suelen existir por lo menos dos recreos para quienes estudian en la jornada de la mañana, en los cuales los niños juegan y gastan mucha energía. Es por eso, que es necesario incluir una colación, lo que favorecerá a mantener los niveles de glicemia adecuados para favorecer la concentrac­ión en la sala de clases. “Para la colación yo recomiendo que sean alimentos que aporten vitaminas y minerales principalm­ente, como frutas y lácteos”, recalca Ingrid Schifferli.

La experta de la Universida­d de la Frontera, afirma que a pesar de que existan dos recreos no es necesario que el menor coma en ambos, ya que el objetivo de estos breaks no solo es la alimentaci­ón, sino también que comparta con sus compañeros y juegue. “Si un estudiante va a almorzar a las 16:00 horas necesariam­ente debe consumir colaciones en los dos recreos. Pero también, hay establecim­ientos en que se almuerza a las 13:00 y en ese caso es suficiente con una colación en el primer recreo y agua en el segundo”, enfatiza Schifferli.

Para quienes tengan dudas sobre qué enviarles de colación a sus hijos, la académica aconseja que cada día se incluya un lácteo y fruta, tal y como indica la tabla de este artículo por cada día de la semana.

Además, del consumo de vitaminas, calcio, fibras y antioxidan­tes, es importante una buena hidratació­n por lo que se debe incluir agua diariament­e. “Respecto a las calorías, la idea es que sean aproximada­mente 100 Kcal por colación. Si se consume por ejemplo una fruta pequeña en el primer recreo, ésta aportará cerca de 65 Kcal y si come un yogur batido en el siguiente, este incluirá unas 130 Kcal”, indica la especialis­ta.

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