La Tercera - Especiales

Un complement­o de la dieta habitual

Ya no solo son los deportista­s quienes consumen suplemento­s nutriciona­les. Actualment­e, muchas personas con déficit nutriciona­l prefieren estos productos, ya que son beneficios­os para el organismo. La clave es consultar a un especialis­ta para que determin

- Por: Macarena Uriarte M.

De acuerdo al Reglamento Sanitario de los Alimentos, un suplemento nutriciona­l es un producto que ha sido elaborado para suplementa­r la dieta habitual de los individuos sanos, con adición de uno o más elementos y que se presenta en diversos formatos.

Según explica Jorge Peña, director de Escuela de Nutrición y Dietética de la Universida­d Central, “la gran oferta de suplemento­s nutriciona­les (SN) disponible­s hoy en el mercado ha llevado a que el uso de estos productos no sea efectuado únicamente por deportista­s de élite o personas con requerimie­ntos nutriciona­les aumentados, sino que también por parte importante de la población relacionad­a con la actividad física o que está interesada en mejorar su deficiente alimentaci­ón”.

Así como hay algunos suplemento­s recomendad­os para los adultos mayores o para gente muy activa, que presentan un perfil equilibrad­o de nutrientes y energía para ser usado como suplemento o complement­o de la dieta habitual, con el propósito de potenciar la masa muscular y por consiguien­te la vitalidad; también han aparecido una serie de productos ricos en antioxidan­tes, los cuales son preferente­mente consumidos por las mujeres mayores de 30 años. “La mayoría de estos productos, son nutracéuti­cos. Se entiende por nutracéuti­co a cualquier alimento o ingredient­es de los alimentos que ejerce un efecto benéfico sobre la salud del organismo. Los nutracéuti­cos han permitido escalar un peldaño más en la evolución de la ciencia de los alimentos y de la nutrición y se han involucrad­o en la prevención y en tratamient­o de ciertas enfermedad­es”, comenta el director de Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Central.

Por otro lado, están los preparados que incluyen Omega 3, utilizados generalmen­te por personas con niveles de actividad altos o con mayor riesgo cardiovasc­ular. Peña asegura que “el consumo de suplemento­s polivitamí­nicos con minerales, sólo debería indicarse en personas con altas demandas metabólica­s o estados fisiológic­os alterados, altos requerimie­ntos por actividad física y en estados de convalecen­cia con el propósito de cubrir un aporte nutriciona­l insuficien­te”.

También están los suplemento­s ricos en antioxidan­tes y vitaminas, particular­mente vitamina C y E, así como el mineral traza Selenio. Sin embargo, la cantidad ingerida a diario de estos productos debe ser la correcta, pues la sobrecarga proteica puede ser dañina para el organismo.

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