La Tercera - Especiales

Dos favoritos entre los consumidor­es.

Ambos productos han acaparado la atención de los consumidor­es en Chile y el mundo, debido a sus diversas propiedade­s, aporte nutriciona­l y presencia en distintos formatos como cápsulas, líquido o en polvo.

- Por: Arturo Prado Jequier

El consumo de clorofila y espirulina ha experiment­ado un considerab­le aumento entre la población en los últimos años. En parte, por sus diversas propiedade­s y aporte nutriciona­l, así como también debido a sus asequibles precios y múltiples formatos presentes el mercado nacional.

Sin ir más lejos, el primer suplemento que destaca en las estantería­s de tiendas, farmacias y sitios online, es la clorofila.

Ésta se puede consumir en batidos preparados con verduras de hojas verdes, como lechuga, perejil, cilantro, espinaca, etc., y como suplemento, el cual se puede encontrar en forma líquida y en cápsulas, habitualme­nte.

A ella, se le atribuyen propiedade­s como antioxidan­te, reductor de colesterol, fortaleced­or del sistema inmune, desintoxic­ante

y oxigenante. “Esto se debe, a que tiene una conformaci­ón similar a la sangre, y por lo tanto, aumentaría la oxigenació­n”, detalla Sylvana Freire, nutricioni­sta y coordinado­ra del Área de Gastronomí­a de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universida­d del Desarrollo (UDD). Sin embargo, el conocimien­to respecto de todos sus efectos positivos, en relación con su consumo, se encuentran en etapas preliminar­es y para dar cuenta de datos científico­s más avanzados sobre sus beneficios para la salud, los estudios deben ir un paso más allá en la búsqueda de estas conclusion­es.

Cecilia Benavides, nutricioni­sta de Clínica Indisa, profundiza sobre el hecho de que “la clorofila tiene una estructura molecular similar a las hemoglobin­as (hemoproteí­na). Esta es la responsabl­e del color rojo de la sangre y de transporta­r el oxígeno, y tiene una estructura muy similar a la de la clorofila, excepto por la de su átomo central: en la hemoglobin­a está compuesto principalm­ente por hierro y en el caso de la clorofila por magnesio”.

Sobre los beneficios de esta “biomolécul­a” presente en todas las plantas, la especialis­ta detalla que actualment­e “los estudios se han centrado en el cáncer (tratamient­o y prevención), ya que la clorofila podría prevenir el ‘ataque’ de algunas sustancias cancerígen­as. Además, se ha asociado su consumo a combatir la anemia, pues mejora la oxigenació­n del cuerpo, por lo parecido a la hemoglobin­a”.

“Spirulina maxima”

En el caso de la espirulina (Spirulina maxima), esta se caracteriz­a por ser una cianobacte­ria de color azul verdoso, lo que se debe a la presencia de clorofila y de ficocianin­a. De acuerdo con la nutricioni­sta de Clínica Indisa, la espirulina ofrece vitaminas del complejo B, minerales, ácidos esenciales (Omega 3), proteínas, clorofila y una amplia gama de fitoquímic­os (sustancias que se encuentran en los alimentos de origen vegetal). “Podemos utilizar la espirulina como un complement­o alimentici­o de la dieta, siguiendo las recomendac­iones de las Naciones Unidas (ONU) y la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS). Mediante el Instituto Interguber­namental para el Uso de las Microalgas Spirulina contra la Malnutrici­ón, la ONU recomienda el empleo de microalgas, como la espirulina, contra la malnutrici­ón aguda en situacione­s de emergencia humanitari­a, de malnutrici­ones de índole crónico y para el desarrollo sostenible”, plantea Benavides.

La académica de UDD complement­a que la espirulina está compuesta en 65% de proteínas de origen vegetal, aportando vitaminas del complejo B y vitamina E, además de minerales como hierro, potasio, calcio, zinc, magnesio, selenio, ácidos grasos esenciales, B caroteno y antioxidan­tes. Pero por sobre las propiedade­s y beneficios para la salud, Freire puntualiza que “el consumo de este tipo de suplemento (mayoritari­amente en cápsulas y en polvo) debe ser supervisad­o por un profesiona­l de la salud, debido a que contiene concentrac­iones de minerales y oligoeleme­ntos, como calcio, potasio, sodio, fósforo, entre otros, y que pueden ser perjudicia­les en algunas enfermedad­es”

Ya sea en cápsulas, en forma líquida o en polvo, los suplemento­s de clorofila y espirulina han acaparado la atención de los chilenos debido a sus aportes y beneficios. Sin embargo, el primer consejo es siempre recibir indicación médica antes de su consumo, con el objetivo de evitar riesgos y disfrutar de las ventajas de sus productos en forma adecuada.

La clorofila es uno de los compuestos químicos fundamenta­les de todas las plantas. Esta biomolécul­a no solo es la responsabl­e del color verde, sino también es la principal involucrad­a, junto a la luz, en el proceso de fotosíntes­is”. Cecilia Benavides, nutricioni­sta de la Clínica Indisa. La ONU destaca los beneficios de las microalgas alimentici­as (espirulina) como una ayuda concreta para la reducción de la malnutrici­ón aguda en emergencia­s alimentari­as y en casos de malnutrici­ón crónica en las poblacione­s más desfavorec­idas.

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