Emparejar la cancha para las mujeres en el sistema financiero
El aporte que puede hacer el regulador financiero para facilitar la producción de información y contribuir al conocimiento resulta fundamental para generar y acelerar los cambios para el cierre de las brechas de género.
La generación de datos desagregados por sexo representa una herramienta básica para realizar diagnósticos precisos respecto de las brechas de género y así contribuir a la generación tanto de políticas públicas como comerciales. Y esto es particularmente importante en el ámbito económico dada las enormes brechas de género que están presentes en nuestro país.
En este contexto, el aporte que puede hacer el regulador financiero para facilitar la producción de información y contribuir al conocimiento resulta fundamental para generar y acelerar los cambios para el cierre de las brechas de género.
En efecto, la elaboración y divulgación de estadísticas con enfoque de género, por parte de los reguladores, puede ser de gran utilidad para los proveedores de servicios financieros. La información es clave para que los agentes económicos privados puedan visualizar las ganancias potenciales de atender las diferentes necesidades de segmentos de población específicos y movilizar recursos en tal sentido para modificar sus políticas comerciales.
La información de brechas de género también juega un rol fundamental para las autoridades económicas y sectoriales, pues provee información clave para el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas, toda vez que existe amplia evidencia de la estrecha interrelación entre equidad de género y desarrollo, estabilidad, inclusión y educación financiera.
En ese sentido, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) ha asumido un compromiso de identificar las desigualdades que enfrentan las mujeres en relación a los hombres en el sistema bancario. Este esfuerzo se ha plasmado en el “Informe de Género en el Sistema Financiero” de la SBIF. Hoy este informe representa un nuevo ejemplo internacional de cómo una política pública chilena puede contribuir al bienestar de su sociedad.
La nueva versión de nuestro informe revela que si bien hemos avanzado, aún nos quedan brechas por cerrar. El informe muestra avances sostenidos asociadas al acceso de productos de ahorro, a la cobertura de productos de crédito y a la administración del efectivo. Pero el informe también advierte que existen diferencias considerables respecto a la brecha de montos prestados y a las condiciones de los créditos. En particular, el informe da cuenta de que pese a que las mujeres registran menores niveles de morosidad y de cheques protestados que los hombres, y destinan un mayor porcentaje de sus ahorros y deuda al pago de vivienda, las mujeres acceden a créditos hipotecarios de menores montos que los hombres.
Esperamos que la nueva versión de este informe contribuya a emparejar la cancha en cuanto a equidad de género en nuestro sistema bancario. Necesitamos seguir disminuyendo las asimetrías de acceso y uso de productos y servicios financieros, y así favorecer a que nuestro sistema bancario sea cada día más estable, confiable y sustentable.
“La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) ha asumido un compromiso de identificar las desigualdades que enfrentan las mujeres en relación a los hombres en el sistema bancario. Este esfuerzo se ha plasmado en el “Informe de Género en el Sistema Financiero” de la SBIF”.