Caminando hacia el rock
La música es una de las profesiones más emocionantes, hermosas, divertidas, liberadoras, llamativas, enloquecedoras y nobles que existe. Esa que provoca diferentes estados, que trasciende y representa a muchos. Pero para ejercerla requiere de un largo cam
Vemos todos los días surgir bandas y solistas de diferentes estilos alrededor del mundo. Solo un buen resto de sensibilidad artística, uno que otro dote con algún instrumento musical o nueva tecnología para crear sonidos, y por supuesto el esfuerzo, las ganas de instruirse y avanzar, son el potencial perfecto. Así lo entiende Juan Carlos Silva, líder de la banda de rock Dr. Vena. “La motivación pasa por una inquietud o búsqueda de aprender, perfeccionarse en un instrumento y las metas o desafíos que se planteen. A veces puede ser componer una canción, grabar un disco, tocar en un festival, hacer una gira”, asegura.
Pero armar una agrupación tiene un carácter sentimental especial. ”Es una constante relación artístico-humana, que busca expresar musicalmente miradas diferentes de lo que nos rodea. Reinventarnos a cada paso, tocar a alguien, sin tocarlo”, reflexiona José Ferrada vocalista de Aiken.
Por amistad, aspiración, pasatiempo o profesión, esta actividad tiene costos asociados, fuera de los económicos. Bien lo sabe Silva. “Con una familia, el tiempo o el desgaste, terminas por cuestionarte la relevancia de participar en un grupo”, cuenta. Así mismo Ferrada recalca. “Te toma la vida, así de simple. No puedes hacer esto y dedicarle solo los domingos”, asevera.
La comunicación, el uso correcto de las RRSS, las tocatas constantes e ir profesionalizando el entorno, también son parte de una estrategia para pavimentar una ruta sólida. “Hoy es todo más fácil que antes, la tecnología así lo permite y las redes sociales democratizaron la difusión de la música para todos por igual”, plantea ‘Koke’ Benavides guitarrista de Octopus.
Hoy el panorama es mucho más alentador que hace dos décadas, pero requiere mucho más que pasión y hacer lo que uno quiere. Es importante saber que no todo depende de la autogestión, sino que también del medio en el que uno deba habitar y desenvolverse.