¿Cuáles son las especialidades y áreas que más se requieren en este ámbito?
Impartir una educación de calidad e inclusiva es un desafío regional que tiene por objetivo eliminar la pobreza y reducir las inequidades. Es por esto, que el rol del docente es clave para implementar estos cambios en el sistema educativo. Conozca la importancia de la especialización en esta carrera y qué desafíos deben enfrentar.
El 25 de enero de 2017, los países de América Latina y el Caribe reafirmaron su compromiso con el ODS 4 - Educación 2030, mediante la adopción de la Declaración de Buenos Aires, durante la Reunión Regional de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe. La Declaración aborda los principales desafíos educativos de la región, describe los principios orientadores y los objetivos estratégicos para la consecución del ODS 4 - Educación 2030 en la región, y brinda una guía de acción-orientación a los países y a la comunidad educativa, delineando la ruta para lograr las metas de educación y contribuir a los otros Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Entre otros puntos, el documento regional indica que, para avanzar hacia la eliminación de la pobreza, la reducción de las inequidades y el cuidado del medioambiente, se necesita una educación de calidad inclusiva que abarque el aprendizaje a lo largo de la vida.
Se trata de una visión desde nuestro continente a la luz de la Declaración de Incheon, aprobada en el Foro Mundial sobre la Educación en mayo de 2015, ocasión en la que se encomendó a la UNESCO, como organismo de las Naciones Unidas especializado en educación, que dirigiera y coordinara la agenda Educación 2030 para avanzar en las metas propuestas.
“Las autoridades de la región acordaron también mecanismos de coordinación regional necesarios para lograr las metas educativas. Reconocieron que se requiere con urgencia profundizar los cambios, lo que implica una nueva mirada de la educación, del aprendizaje, de la enseñanza, de las políticas y de las acciones en América Latina y el Caribe”, indica Cecilia Barbieri, especialista senior de Educación de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago).
En este contexto, es prioritario fortalecer el rol de los docentes. Para ello es imprescindible fortalecer los programas de formación docente inicial y continua, teniendo especial atención a la revisión de los contenidos y planes de estudio y la preparación permanente de los docentes. ¿Por qué esto es importante? Porque sólo así se pueden garantizar propuestas formativas innovadoras que preparen, motiven y empoderen a los docentes y directivos para los desafíos y oportunidades que presenta la enseñanza en el siglo XXI.
Experiencia laboral
Beatrice Ávalos, investigadora asociada del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, señala que para los docentes principiantes, es muy importante el apoyo de un profesor de la misma especialidad que lo observa en sus clases, que dialogue con él sobre su lados fuertes y débiles y que suscita la búsqueda entre ambos de soluciones a las dificultades observada con el fin de que el nuevo profesor mejore sus habilidades iniciales. “A partir de la experiencia que van adquiriendo los docentes en sus primeros años de trabajo, surge de ellos mismos el interés en realizar un curso de especialización en su área curricular o referido a aspectos más amplios relacionados con el manejo de la diversidad en el aula. Mi experiencia al investigar profesores principiantes, es que ellos efectivamente al segundo o tercer año de ejercicio se inscriben en un diplomado o magíster referido a los temas sobre los que consideran importante aprender más.”, agrega.
En cuanto a las brechas de aprendizaje en área curricular determinada, Ávalos explica que, éstas pueden ser aplicables a todo un grupo curso o algunos alumnos en particular, por lo que el modo de enfrentarlos no es el mismo. Es así como la investigadora sostiene que el trabajo colaborativo de los docentes en su contexto escolar puede ser muy útil para identificar el origen de brechas de aprendizaje y manejar o implementar soluciones. “También es útil tomar algún curso de desarrollo profesional centrado en el manejo de las diferencias en los procesos de enseñanzaaprendizaje. El participar en redes virtuales de docentes en que se intercambian experiencias de enseñanza-aprendizaje es algo que está ocurriendo más y más.