Conectar con las personas: nuevos desafíos
Las marcas son expresiones de su tiempo y la sociedad en la que se desenvuelven, de ahí la importancia de estar conscientes de que su valor está intrínsecamente unido a la realidad de las personas. Esa realidad ha ido cambiando y estar atentos a detectar
Resulta sorprendente –y por cierto una excelente oportunidaddetenerse a observar cuánto ha cambiado el país en 10 años. Es lo que hizo el estudio CHILE3D, que al cumplir una década, nos pone ante un nuevo escenario y nuevos ojos. La transformación de la sociedad ha sido enorme, de una magnitud tal que nos exige una completa revisión de conceptos y verdades que muchas veces se repiten como mantras porque funcionaron en otros tiempos, pero hoy están completamente superados.
Las marcas son expresiones de su tiempo y la sociedad en la que se desenvuelven, de ahí la importancia de estar conscientes de que su valor está intrínsecamente unido a la realidad de las personas. Esa realidad ha ido cambiando y estar atentos a detectar las nuevas necesidades y anhelos es una obligación.
Chile funciona de una manera distinta y, para notar cambios que podrían quizás ser sutiles o pasar desapercibidos, la comparación con el pasado nos entrega grandes lecciones acerca de lo que era importante hace diez años y lo que hoy es relevante para los consumidores.
En ese sentido, vemos que caen algunos mitos que se daban por verdades absolutas respecto de lo que las personas toman en cuenta para valorar una marca, y nos pone en perspectiva para centrarnos en lo importante. El estudio CHILE3D nos ayuda a poner un foco en el trabajo de construcción de marca.
Como aprendizajes, descubrimos que va disminuyendo la diferencia entre las marcas mejor y peor evaluadas y que en la sociedad actual, más informada y opinante, los atributos tangibles están reinando a la hora de evaluar una marca. La calidad y la recomendación se imponen. Imposible enamorarse de un producto que no tenga estándares mínimos de calidad.
En una comunicación directa como la que tienen las marcas con los consumidores, las cualidades o defectos de cualquier producto o servicio quedan rápidamente expuestos, y no podemos más que ir de frente en busca de la excelencia.
Desde hace algunas ediciones, la investigación advierte una preocupante realidad, como es la caída de la confianza que tienen las personas hacia las marcas. Se trata de un fenómeno generalizado que no se circunscribe solamente a este ámbito; la desconfianza es una de las características de nuestros tiempos y tenemos que hacernos cargo de lo que nos toca al respecto.
En un contexto tan competitivo, donde el valor de las marcas tiende a homogeneizarse, tiene sentido que la calidad sea un aspecto decisivo, así como la innovación y la reputación. Todos ellos son factores que marcan la diferencia y señalan el camino que deben continuar las grandes marcas y todas aquellas que aspiran a serlo.
Por: Fernando Mora Presidente de la Asociación Nacional de Avisadores de Chile ANDA “Como aprendizajes, descubrimos que va disminuyendo la diferencia entre las marcas mejor y peor evaluadas y que en la sociedad actual, más informada y opinante, los atributos tangibles están reinando a la hora de evaluar una marca. La calidad y la recomendación se imponen. Imposible enamorarse de un producto que no tenga estándares mínimos de calidad”.