Las ventajas de la cosecha mecanizada
La implementación de tecnología y otras herramientas innovadoras han aportado considerablemente a la agricultura en sus procesos de cosecha. Conozca las novedades en este ámbito y las mejorías en la producción.
Los procesos mecanizados de cosecha, tradicionalmente, han estado orientados hacia superficies productoras más grandes y con un ordenamiento predial que permite su implementación. Sin embargo, la tecnología ha logrado que puedan reducir su tamaño y que se desempeñen en predios más pequeños. Al respecto, Cristián Meriño, ingeniero agrónomo e investigador del Núcleo Científico y Tecnológico en Biorrecursos (BIOREN-UFRO) de la Universidad de La Frontera, señala que sus beneficios son: “acortar los tiempos de cosecha. Por ejemplo, en el sur de Chile, este tema es importante por el factor climático, pues las lluvias son una constante amenaza en este periodo. También, consigue la reducción de mano de obra y, además, facilita las labores de cosecha en sectores, donde hay poca disponibilidad de mano de obra. Sumado a ello permite acceder a fruta que no está expuesta y que es de difícil acceso para el cosechero”.
En el caso del avellano europeo, almendro, nogal y castaño, la mecanización es imprescindible, ya sea utilizando maquinaria con tracción propia, animal o humana. “En este sentido, la utilización de drones podría implementarse fuertemente en un futuro cercano, pues con el equipamiento adecuado pueden diagnosticar momento de cosecha, así como la calidad y condición de la fruta”, señala el ingeniero.
Avances tecnológicos
En cuanto a las innovaciones, Meriño, cuenta que el uso actual de drones en labores de aplicación de productos, agricultura de precisión y estimación de parámetros fisiológicos en los cultivos son un gran aporte a la actividad agrícola. “La implementación de herramientas tecnológicas como computadores, etiquetas de cosecha, drones, envases inteligentes, cosecha neumática o electrocosecha, son avances en este campo, permitiendo optimizar los tiempos, volúmenes y las características organolépticas de los productos cosechados. Realizar detecciones tempranas de patógenos o plagas, mediante el uso de tecnologías aplicadas (UV-B, infarrojo, sensores, etc.) han favorecido la inocuidad de los alimentos”, agrega.