Dulzor saludable, natural y sin modificaciones genéticas
SWT cuenta con sus propios campos de cultivos de stevia y extrae su dulzor purificándola 100% en agua, sin alcoholes ni enzimas, con un nivel de excelencia en toda la cadena de producción, comercializados en 17 países del mundo. Javier Sáinz, director técnico de la Federación Americana de la Stevia y cofundador SWT Stevia, explica las cualidades de este producto.
Para analizar los atributos de la stevia y el valor agregado de los productos SWT Stevia, hablamos con Javier Sáinz, director técnico de la Federación Americana de la Stevia y cofundador de SWT Stevia, empresa pionera en el mundo y única en llevar a cabo una purificación libre de alcoholes y enzimas desde el año 2006.
¿Son todas las stevias iguales?
No, todas las stevias no son iguales. Existe una percepción general sobre la stevia que se reduce a las siguientes propiedades, en lo positivo; natural, proveniente de una planta y es saludable; en lo negativo; con resabios de amargor o dulzor tardío. Para atender estas preocupaciones, existen diferentes enfoques en la industria. Existen procesos que usan alcoholes, otros que utilizan enzimas e incluso algunas que obtienen las sustancias sin nunca ver una planta de stevia, via fermentaciones con organismos modificados como levaduras. Y existen procesos como el nuestro.
¿Cómo lo hace SWT?
Nuestra empresa, SWT Stevia, cree que las mejoras de calidad y dulzor de la stevia se tienen que producir respetando las expectativas del consumidor sobre naturalidad y origen. Para eso, desarrollamos un proceso de purificación único en el mundo, 100% acuoso y certificado, sin enzimas ni clarificantes químicos y excelencia en materia prima, para lo cual nos integramos en la cadena de producción desde la planta, ya que contamos con nuestros propios cultivos en México, e incluso en la selección de las mejores variedades. No solo innovamos, sino que hemos seguido perfeccionado, en un esfuerzo integrado a nivel agronómico, industrial y de formulación. Nuestra misión es ayudar a nuestros clientes a endulzar sus productos saludablemente, sin amargor, los que a su vez se venden a consumidores finales. La mejor forma de ver el resultado de esto es el éxito de los productos de nuestros clientes en el mercado, por muchos años. Hoy llegamos a 17 países, pero queremos más. En particular, tenemos un gran éxito en los países con las reglamentaciones más estrictas donde otros enfoques no pueden rotular sus productos como naturales.
¿En un mundo con muchas alternativas en endulzantes, existe una fórmula ideal?
No es fácil hablar de una solución única y perfecta para reemplazar el azúcar. Nosotros creemos que un consumo moderado de azúcar es positivo para el cuerpo, pero no debe exceder las cinco cucharaditas de té de azúcar diarias y una por ingesta, por ponerlo en términos simples. Por otro lado, cuando quitamos azúcar de un producto como una galleta, también le quitamos volumen, y necesitamos reemplazarlo con algo que junto con el dulzor, aporte volumen sin calorías, o al menos una reducción. En este proceso, no hay milagros. Hoy se utilizan ingredientes como el maltitol, las fibras o los azúcares poco conocidos como la tagatosa, que tiene un 25% menos de calorías que el azúcar de acuerdo a la Agencia de Seguridad Sanitaria Europea. Entonces, nuestro foco está en diseñar mezclas saludables de endulzantes, que rescaten lo mejor de cada uno y que ayuden a potenciar la salud del sistema digestivo. Y en ese escenario, creemos que la stevia tiene y tendrá un rol clave, pero no creemos que haya una solución universal.
¿Qué visión tiene de los otros enfoques que hay sobre la stevia?
Creemos que un cliente que busca lo natural no querrá utilizar productos que hayan sido modificados enzimáticamente o producidos por fermentación. Un buen dulzor libre de calorías, de origen sintético (aspartame o sucralosa) o semi-sintético (sucralosa) es una opción disponible hace más de 20 años y hoy cada vez menos apreciada por el consumidor, sobre todo porque se alejan completamente de lo natural. Como mencionó un alto ejecutivo de PEPSI hace un par de años “mientras creemos que el aspartame es absolutamente seguro, nuestros consumidores han cambiado sus preferencias”. Así, creemos que utilizar productos de stevia que cruzan la barrera de lo natural, atenta contra las ten- dencias hacia lo natural del consumidor. La historia de la stevia y sus endulzantes está relacionada a la planta, y esto es parte del concepto que buscan los consumidores.
¿Qué regulaciones internacionales abordan cómo rotular los variados productos de stevia?
Afortunadamente, y como consecuencia de numerosas gestiones, entre ellas de la Federación Americana de la Stevia, a la cual pertenecemos, la reunión anual del CODEX Alimentarius (que es la instancia de referencia mundial en términos de rotulación y seguridad alimenticia) sostenida a comienzos del 2018, zanjó con claridad que a partir de las expectativas de los consumidores, se debe etiquetar en forma inequívoca el tipo de endulzante utilizado en un alimento Así, esta instancia, que es una referencia mundial a lo que luego exigen los Reglamentos Sanitarios, enfatiza que cualquier esfuerzo asociado a la producción de las moléculas endulzantes de la planta de la stevia, que sean modificadas química o enzimáticamente en el proceso, o que sean producidas alternativamente por biotecnología y no por la planta, deben ser rotuladas de diferente forma.