Desarrollo y evolución del mercado
Desde tiempos remotos se ha buscado edulcorar los alimentos para mejorar su sabor y el desarrollo de la industria alimentaria se ha esforzado en nuevas formas para elevar el codiciado dulce -que el cerebro prefiere desde el nacimiento- en comestibles y bebestibles.
Durante los últimos decenios, se ha observado una rápida evolución en la elaboración y producción de edulcorantes artificiales, compuestos químicos que endulzan sin aumentar la cantidad de calorías consumidas. “Actualmente, la industria ha incorporado un nuevo concepto y que se traduce en una producción más saludable, en la medida de que a los consumidores no solo les importa el sabor de estos productos, sino también que se le atribuyan propiedades saludables y beneficiosas para la salud”, sostiene Juan José Rojas, nutricionista y docente en la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.
A la hora de beber, las opciones son amplias. aguas saborizadas, lácteos, postres, jugos y gaseosas forman parte de un mercado que se ha diversificado en distintos formatos para abarcarlos gustos personales.
Hoy existe más conciencia del daño que genera el exceso de azúcar en la dieta, sostiene Carolina Pye, nutricionista y autora del libro “La Balanza”, en tanto regulaciones -como la Ley de Etiquetado- han impulsado a la industria a modificar sus recetas para cumplir con las restricciones, “estimulando la creación de una mayor variedad de alimentos y más utilización de edulcorantes artificiales”.
Todos los usados en la elaboración de productos industrializados -tagatosa, sucralosa, agave y stevia- están permitidos y han sido probados y declarados seguros para el ser humano, independiente de la variedad.
Tienen definida una ingesta diaria admisible, que es la cantidad por kilo de peso segura para su consumo, comenta Carolina Pye: “Todos podrían considerarse más saludables en comparación a los que contienen azúcar y, dentro de las alternativas, las aguas saborizadas y con bajas dosificaciones de edulcorantes, serían las más saludables”.
Cuestión de salud
En un escenario de epidemia mundial de obesidad, todos los productos industriales considerados como aptos para el consumo humano debieran apuntar en su producción a eliminar y controlar aquellos nutrientes y cantidad de energía que se relacionan con el aumento de la obesidad y el riesgo cardiovascular, acota Juan José Rojas.
“Dentro de las recomendaciones que se les entrega a quienes desean controlar su peso, está el consumo de alimentos y bebestibles denominados ‘cero calorías’, compuestos por distintos edulcorantes”. Juan José Rojas.