Gateo y primeros pasos
La importancia de esta etapa en el desarrollo de los pequeños.
El gateo es una etapa normal en el desarrollo del bebé que le sirve para prepararse para etapas posteriores. Por ello, su promoción es positiva. Y es que “gateando, un bebé debe coordinar ambos hemisferios cerebrales, el que se encarga del lado derecho y el que se encarga del izquierdo”, precisa Gelmy Barrera, matrona y docente de la Escuela de Salud de Duoc UC Valparaíso.
La mayoría aprende a gatear entre los 7 y 10 meses, “pero también puede que a estas edades prefiera otro método de locomoción, como moverse por la casa sentado (apoyando en el suelo una mano atrás y un pie adelante para impulsarse), deslizarse sobre la pancita o ir rodando por toda la habitación”, explica Barrera.
A ello, se suma que el gateo conecta los hemisferios cerebrales y crea rutas de información cruciales para la maduración de las diferentes funciones cognitivas. “A través de esta acción se desarrolla el denominado patrón cruzado, que es la función neurológica que hace posible el desplazamiento corporal en equilibrio del cuerpo humano”, señala la profesional.
Cuidado con las tallas
Para saber si los pies del niño y su caminar presentan problemas o no, es necesario llevarlo oportunamente a todos los controles con pediatra. Además, es clave saber cómo y cuánto crecen los pies de los bebés. “El crecimiento de los pies de los bebés y niños es rápido, aunque no constante. Se sabe que cada talla de calzado infantil es seis milímetros mayor que la anterior, y que los huesos de los pies crecen hasta los 14-16 años de vida, antes de osificarse completamente”, dice Gelmy Barrera.
Y agrega que durante los primeros 15 meses de vida el pie crece aproximadamente medio número (3 milímetros) cada dos meses; de los 15 meses a los 2 años, medio número cada tres meses; y de los 2 a los 3 años, medio número cada tres o cuatro meses.
Por ello, “hay que poner atención para no alargar demasiado el uso de los zapatos, que no les queden pequeños y sean de la talla adecuada, ya que deben permitir el movimiento con el suficiente espacio para que el pie crezca sin dificultades”, advierte la docente de Duoc UC Valparaíso.
“El calzado es más rígido y se amolda al pie de cada guagua, por lo tanto, puede provocar heridas o molestias. Lo mejor es que usen zapatos nuevos que se adhieran a la forma del pie de cada uno”, precisa la doctora Paula Guzmán, jefa de la Unidad de Pediatría de Clínica Universidad de los Andes.
En ese sentido, para la matrona es ideal que caminen con los pies descalzos, siempre que se elija una superficie regular y no demasiado dura ni fría. En tanto, fuera de la casa casi siempre necesitarán zapatos para caminar y “es importante saber elegir un calzado apropiado, que sea flexible y ligero, con una forma parecida a la del pie, más o menos cuadrangular; con buenos refuerzos laterales y posteriores, que sea transpirable y sobre todo, de su talla. Además, es fundamental probárselos antes de comprarlos”, añade.
La doctora Guzmán dice que es aconsejable que usen calzado cuando empiecen a caminar. “Cuando aún no caminan no es necesario, ya que puede afectar su movilidad en esa etapa de crecimiento. Es importante tener en cuenta que el caminar descalzo también tiene beneficios, porque incrementa la fuerza, potencia y la coordinación de las piernas y pies. Sin embargo, hay que tomar los resguardos necesarios y que lo hagan en una superficie segura para prevenir caídas y accidentes”.
7 a 10 meses es la etapa en que la mayoría de los niños aprende a gatear.