Pequeño gigante
Las perspectivas del avellano europeo en el país.
El fruto del avellano europeo tiene diversas cualidades que lo hacen muy atractivo comercialmente para la industria agroalimentaria. Con este fruto es posible producir chocolates, snacks, pasta de avellana con chocolate, entre otros. Asimismo, se han descubierto propiedades funcionales y antioxidantes, de acuerdo a lo que comenta el Dr. Cristian Meriño, ingeniero agrónomo, doctor en Ciencias de Recursos Naturales, investigador del Núcleo Científico y Tecnológico en Biorrecursos (BIOREN-UFRO) de la Universidad de La Frontera: “Presenta un rico contenido de aceites benéficos para el ser humano, pues pueden contrarrestar el colesterol (LDL)”. Gran parte de la producción nacional de este fruto se destina a mercado de exportación a Europa y, en ese sentido, el factor de contraestación con el hemisferio norte sitúa a Chile como un atractivo oferente de fruta. Sin embargo, el cultivo no está exento de problemas asociados principalmente a factores hídricos, nutricionales y sanitarios, asociados a las zonas donde se produce, comenta el docente. “Es un cultivo que toma alrededor de siete a ocho años en entrar en producción de régimen, lo que significa costos de inversión y bajo retorno durante los primeros años. A pesar de esto, se ha incrementado sostenidamente la producción de este frutal en la zona sur de Chile, siendo nuestro país un importante productor del hemisferio sur con el 1,5% de la producción mundial”, señala el Dr. Meriño.
Proyecciones
Es así como el avellano europeo se ha transformado en un importante frutal en la zona sur de nuestro país debido al interés por su fruto en mercados internacionales. “En 2003 había establecidas alrededor de 2.000 hectáreas, mientras a 2016 se registraron cerca de 17.000 hectáreas, principalmente distribuidas
entre las regiones del Maule y La Araucanía. Las proyecciones indican
que a 2030 la superficie establecida con este frutal llegaría cerca de las
30.000 hectáreas, logrando en promedio una producción nacional cercana a las 60.000 toneladas anualmente”, afirma el docente de la UFRO.
Asimismo, el profesional agrega que aún hay varios desafíos en este ámbito, como “lograr conocimientos respectos de temas hídricos, nutricionales y aspectos sanitarios, así como el factor varietal con la introducción de nuevos cultivares que presenten buena adaptación a las condiciones del sur de Chile”, puntualiza.