¿Cómo solucionar problemas conductuales en mi mascota?
Para lograr una práctica ética, profesional y exitosa de la medicina del comportamiento se debe contar con formación clínica general, junto con la formación de postgrado en etología clínica. El llamado es asesorarse correctamente solo por profesionales de la medicina veterinaria reconocida por los Colegios Europeo y Americanos de Medicina veterinaria. Con esto se busca solucionar los problemas de conductas en las mascotas y evitar el abandono de los animales.
Si su perro, gato u otro animal tiene conductas indeseadas como agresividad, ansiedad o no ha aprendido a hacer sus necesidades en el lugar indicado; lo más apropiado es que se deje asesorar por un médico veterinario etólogo. Sepa cómo solucionar estos problemas de comportamiento gracias al apoyo de estos profesionales. Por: Dra. María José Ubilla, médico veterinaria, especialista en Etología clínica y bienestar animal-EDUPET y directora comisión Tenencia Responsable del Colegio Médico Veterinario de Chile. Además, académica UDLA.
Prácticamente, todos los responsables de mascotas al acudir al médico veterinario manifiestan alguna interrogante relacionada con comportamiento de su gato, perro o animales exóticos, y eso obliga a los profesionales veterinarios a estar capacitados para dar la mejor orientación a las familias de animales y, por supuesto, la mejor atención a los pacientes.
Del mismo modo, las alteraciones de la conducta son las responsables de la mayor parte de los abandonos, reubicaciones y eutanasias de mascotas, lo que una vez más, nos debe hacer tomar conciencia sobre la relevancia que tiene entregar una capacitación oportuna. Si comprendemos que el comportamiento está mediado por variables endógenas y exógenas, es lógico pensar que un sinnúmero de patologías contemplan dentro de sus signos clínicos algunas alteraciones conductuales y es por esto que el veterinario etólogo clínico debe realizar un correcto descarte de patologías orgánicas de base, que puedan favorecer el problema. Todo esto, se suma al hecho de que es necesario recabar información, desde las primeras etapas del desarrollo del animal; sumado a la información medioambiental que está directamente relacionada con él, lo que justifica el trabajo colaborativo, entre diversas áreas del desarrollo médico veterinario.
Indiscutiblemente, en los últimos años se ha producido un fenómeno sobre la preocupación de las personas hacia sus mascotas, lo que ha derivado en una amplia gama de oferta de cursos, capacitaciones y asesorías. En este ámbito, lo concreto es que el único profesional capacitado para abordar cualquier problemas de salud en los animales somos los médicos veterinarios.
Técnicas actualizadas
Si bien los problemas de salud en los animales pueden ser orgánicos como de origen infeccioso, alteraciones en la piel, problemas neurológicos, también hay otros que son mentales y conductuales. Estos se traducen en trastornos comportamentales. Solo los médicos veterinarios quienes poseen las herramientas y habilidades para realizar diagnósticos certeros y oportunos, y sus tratamientos.
En el caso de la resolución de problemas de comportamiento, se deben incorporar técnicas actualizadas de terapia de rehabilitación conductual, técnicas de enriquecimiento ambiental, y que muchas veces, van asociadas al uso de psicotrópicos, que por cierto requieren de un manejo cuidadoso y profesional.
Las primo-consultas de etología, se extienden por períodos no menores a la hora y media, dado que es el área de la medicina veterinaria en que se requiere y evalúa los siguientes ítems:
1) Correcto descarte de alguna patología orgánica base o concomitante o base. 2) Anamnesis (entrevista clínica) profundamente detallada, de manera de recoger información que se solicita al propietario desde las etapas tempranas del desarrollo del paciente, pasando por conocer antecedentes relevantes conductuales de los progenitores, así como de las llamadas etapas sensibles del desarrollo, que son las de prenatal, perinatal, de transición, de socialización, juvenil y senil; sumado a información de los factores
medioambientales que están directamente relacionados con el animal, así como las rutinas y manejos que el animal recibe por parte de la familia humana, entre otros. También, se aplican pruebas conductuales que nos llevarán a un diagnóstico etológico clínico acertado.
3) Debemos contar con pruebas de
laboratorio complementarias, y también se hace necesario trabajar de la mano con el médico veterinario de cabecera o con los especialistas a los que el animal ha sido derivado previamente (generalmente neurólogos, endocrinólogos y dermatólogos)
4) Terapia de modificación conductual acorde a las necesidades del paciente. 5) Es requisito obligatorio realizar un
seguimiento clínico del paciente, lo que permitirá ir evaluando la necesidad de reajuste de la terapia.