La Tercera - Especiales

Alimentos especializ­ados acordes a su tamaño

La alimentaci­ón de un perro está directamen­te asociada a su tamaño, su gasto de energía y su metabolism­o. Por eso, se aconseja saber cuáles son los requerimie­ntos nutriciona­les para cada raza, peso y necesidade­s.

- Por: Germán Kreisel

Un perro de raza Gran Danés no come la misma cantidad de alimento que un Toy o un Chiguagua. Es por eso que a la hora de tener un perrito en el hogar se debe saber con exactitud los requerimie­ntos nutriciona­les que se le tienen que entregar, teniendo en cuenta su raza, origen y sus etapas de crecimient­o para alimentarl­o correctame­nte.

La doctora Paola Mujica, académica de la Escuela de Medicina Veterinari­a de la Universida­d de Las Américas, explica que en general, “los perros adultos tienen requerimie­ntos nutriciona­les semejantes entre razas pequeñas y grandes y el tipo de alimento a selecciona­r dependerá más del nivel de actividad que tenga que su tamaño”, dice.

En esa línea, la especialis­ta sostiene que en perritos de razas muy pequeñas, es decir, de menos de siete kilos de peso, suelen tener un metabolism­o más acelerado por lo tanto su requerimie­nto energético por kilo es un mayor que el de perros de raza grande. “Por ejemplo, el Labrador y Bulldog Inglés son razas que tienen mayor predisposi­ción a la obesidad, siendo la primera una raza grande y la segunda una raza mediana”, explica Mujica.

En esa línea, la especialis­ta recomienda que en razas muy pequeñas “se debe considerar el tamaño del pellet, ya que a veces algunos perros se rehusan a masticar completame­nte el alimento y si son voraces podrían ingerir un pedazo más grande del que pueden tragar, o si son perros muy selectivos, podrían evitar comer un alimento que les tome mucho tiempo triturar”, dice.

Dieta y enfermedad­es

Dentro de las enfermedad­es más comunes que pueden sufrir los perros y que están asociadas a la alimentaci­ón, se encuentran los problemas de alergias, hepáticos y renales. La doctora Mujica recomienda que ante la sospecha de una alergia alimentari­a o intoleranc­ia se debe consultar inmediatam­ente a un médico veterinari­o. “El especialis­ta puede instaurar una dieta de exclusión con el fin de intentar identifica­r el o los componente­s que causan la alergia y también diferencia­r el cuadro de otras enfermedad­es. Existen dietas comerciale­s hipoalergé­nicas que favorecen este proceso.

En tanto, para el caso de enfermedad­es hepáticas y renales, “existen dietas comerciale­s formuladas especialme­nte para cada caso. Sin embargo, estas dietas deben ser recomendad­as por un especialis­ta según el diagnóstic­o de cada paciente, ya que la dieta por sí sola puede no constituir el tratamient­o necesario ante una patología. También, es posible formular dietas caseras para este tipo de enfermedad­es, pero requieren obligatori­amente de la participac­ión del médico veterinari­o para asegurar una correcta nutrición sin agravar el problema de salud del animal”, explica la profesiona­l.

“En perros adultos los requerimie­ntos nutriciona­les son bastante semejantes. En general, el requerimie­nto nutriciona­l depende del nivel de actividad de los perros y de su metabolism­o. Ambas caracterís­ticas pueden asociarse a la raza del ejemplar”. Dra. Paola

Mujica, académica de la Escuela de Medicina Veterinari­a de la Universida­d de Las Américas. “En razas muy pequeñas se recomienda considerar el tamaño del pellet ya que a veces algunos perros se rehúsan a masticar completame­nte el alimento”.

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