Pymes tienen prácticas laborales “de exportación”
Aprendiendo de los más pequeños
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Son miradas como las “hermanas pobres” de la economía. Pero en materia de prácticas laborales hay pequeñas y medianas empresas que se convierten en verdaderas gigantes. En Chile son casi inexistentes las empresas que reparten utilidades a sus trabajadores. Sin embargo, hay muchos ejemplos de Pymes que tienen un sistema de reparto de utilidades al 100% entre sus trabajadores. Ese es apenas uno de los múltiples hallazgos que deja el Premio Pyme Carlos Vial Espantoso, en sus cinco años de vida.
Las empresas postulantes demuestran con cada una de sus acciones que están mucho más preocupadas de implementar buenas prácticas laborales de lo que se cree. Y es una señal potente, porque esta forma de ver el desarrollo de la empresa de la mano del crecimiento integral de los trabajadores, proviene del sector productivo que alberga casi el 40% de los empleos del país y que actualmente es el principal proveedor y contratista de las grandes empresas.
Se trata de una visión distinta y moderna. De situar al trabajador en el centro del modelo del negocio. “En los 17 años de la Fundación Carlos Vial Espantoso, hemos estudiado con rigurosidad las más importantes empresas de Chile. En los últimos 5 años nos concentramos además en las pequeñas y medianas, y hemos visto -con gran sorpresa- los buenos resultados de las Pymes que han incorporado prácticas laborales de excelencia. Han dejado de ver la productividad como un objetivo por sí mismo, sino como el resultado de una acción colaborativa, con capacitación, con sistemas de comunicación y evaluación abierta y transparente, con mecanismos que buscan compensar el aporte que realizan los trabajadores al resultado de la empresa”, señala Isabel Vial, Presidenta Ejecutiva de la Fundación.
Esas empresas han logrado un compromiso mayor por parte de los trabajadores y –en forma directamente proporcional- se han vuelto más rentables. Mantener ese círculo virtuoso es un desafío enorme para este sector, que es el primero en sufrir –por ejemplo- los efectos de las crisis económicas. Los problemas coyunturales siempre juegan en su contra. “El gran problema de la pyme es que no está creciendo lo suficiente. Al crecer tiene la capacidad de ser más productiva, tener economías de escala y ahorrar costos que le permitan incorporar más empleo”, sostiene el Director Académico Cátedra de Relaciones Laborales UC - Fundación Carlos Vial Espantoso.
En cuanto a la gestión de personas, las pymes tienen la ventaja de que –por su tamaño y al ser menos jerarquizadas que las grandes compañíaspueden generar mayores espacios de innovación, delegación de funciones y mayor participación en la toma de decisiones. Todo ello fomenta un ambiente de colaboración, hoy por hoy tan necesario en el país. Es sobre ese pilar en que descansa la maquinaria de toda pyme: compromiso y confianza.