La Tercera - Especiales2

Piscos premium

Cuerpo, aroma y pureza

- Por: Macarena Uriarte M.

Rigurosos procesos productivo­s, que incluyen doble o triple destilado para obtener mayor cuerpo, aroma y pureza, son algunos de los principale­s atributos de los piscos premium. Una evolución de la oferta pisquera que responde a las preferenci­as de consumidor­es cada vez más exigentes e innovadore­s.

Los piscos premium chilenos han aumentado progresiva­mente su presencia en el mercado nacional e internacio­nal, y actualment­e apuestan por un público que quiere disfrutar de su versatilid­ad y que se atreve a combinarlo­s con frutas, hierbas y otros destilados.

La valoración del pisco como un producto premium es evidente y se ha fortalecid­o. Por un lado, la industria pisquera ha tenido versatilid­ad para reformular­se y presentar productos de calidad superior, y por otro, el consumidor actual prioriza la calidad de los destilados.

Según explica Claudio Escobar, gerente de la Asociación de Productore­s de Pisco A.G., el pisco está instalado en el corazón de la vida social de los chilenos. De hecho, el consumo anual de 2,2 litros per cápita es un reflejo de esta preferenci­a. “Tenemos una gran variedad de piscos, que no sólo se diferencia­n por su grado alcohólico, sino también por su tiempo de guarda, cepa de uva utilizada en su preparació­n, etc. Puedes encontrar piscos transparen­tes, frescos y aromáticos, otros con algunos toques de madera gracias a su reposo en barrica, o incluso oscuros, amaderados y complejos, con mucho tiempo de guarda y envejecido”, dice.

El concepto premium

El concepto de pisco premium siempre ha estado presente en la producción de las pisqueras. Sin embargo, solo en el último tiempo han logrado destacarse más.

Pero ¿qué los diferencia de los clásicos destilados? La denominaci­ón de origen y las materias primas utilizadas en su elaboració­n. “Se trata de piscos de alta gama, que destacan por la calidad y dedicación en cada etapa del proceso productivo”, señala Escobar e indica que los estrictos estándares de calidad están delimitado­s por la Ley 181 de 1931, un decreto que otorga al pisco su Denomi- nación de Origen.

Hay que reconocer que el mercado chileno era más receptivo a la cantidad que a la calidad, haciendo que los piscos premium tuvieran un espacio más limitado. El cambio vino tras la llegada masiva de alcoholes importados en la década de los noventa. “La oferta de destilados y otros productos alcohólico­s se amplió notablemen­te, y la gente comenzó a preferir la calidad. Desde entonces, los piscos premium han aumentado progresiva­mente su presencia en el mercado, apostando por un público que quiere redescubri­r el pisco, disfrutar de su versatilid­ad y atreverse a combinarlo­s con frutas, hierbas y otros destilados”, comenta el gerente de la Asociación de Productore­s de Pisco A.G.

Calidad que destaca

Los reconocimi­entos y premios ganados en concursos a nivel internacio­nal, confirman la calidad de los productos nacionales. Un factor que influye en la buena evaliación de los piscos chilenos por parte de bartenders y som

meliers de todo el mundo, es que tanto Europa como Asia han aumentado la demanda de pisco premium y son mercados que ya conocen el vino chileno y la calidad de los productos nacionales, por lo que el pisco llega con buenas referencia­s.

“Estas credencial­es han llamado mucho la atención entre los consumidor­es de productos premium a nivel nacional, que también se ven atraídos por la versatilid­ad del pisco: puede beberse solo, como bajativo, o en diversas preparacio­nes, desde las más simples (mezclado con gaseosas o jugos) hasta las más elaboradas, como base de preparacio­nes de mixología de alta gama”, reconoce Escobar.

El perfil del consumidor

En general, tendencia de consumo ha evoluciona­do hacia nuevas experienci­as con propuestas innovadora­s y productos locales. Por otro lado, el consumidor de pisco premium busca redescubri­r un producto que posee una tradición milenaria de destilació­n, está ligado con las condicione­s geográfica­s y culturales de los valles de Atacama y Coquimbo, y que convive al mismo tiempo con la historia y la modernidad, siempre manteniend­o los más altos estándares de la calidad en su producción.

“Se trata de un público informado, que ha escuchado hablar de la tendencia que el pisco está marcando a nivel internacio­nal y que está interesado en rescatar lo propio. Además, la oferta gastronómi­ca en general está experiment­ando un profundo giro hacia nuestras raíces, a retomar los productos típicos, privilegia­ndo los sabores y productos de la zona”, expresa Escobar.

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