Vocación y desarrollo de nuevos saberes en las carreras humanistas.
Los profesionales de las carreras de humanidades y sus competencias son esenciales para contribuir al desarrollo de sociedades más justas y equilibradas, así como a la calidad de vida de quienes las componen. Una vocación social que se ha renovado a través de carreras con nuevos programas especializados y al día con los desafíos de una sociedad global y multimedial. Si bien la sociedad de mercado tiende a destacar el rol de las ingenierías y el ámbito de negocios como claves para el desarrollo, el área humanista y sus profesionales también tienen mucho que aportar desde sus conocimientos y capacidades. Es por ello que estos profesionales tienen un importante desarrollo de su vocación, que de manera transversal en las distintas carreras presenta un perfil vinculado a aspectos como el pensamiento crítico, la creatividad, el desarrollo social y la empatía hacia la diversidad, entre otros. “Ahora bien, estas condiciones o aptitudes son elementos esenciales no sólo en el campo de las llamadas humanidades, sino que son también aspectos esenciales para el desarrollo de las ciencias “duras”, especialmente para su práctica o ejercicio, ya que ello supone ante todo un ejercicio no solo profesional sino una preparación para la vida, pensemos pues que primero somos ciudadanos y una carrera debiera estar al servicio de nuestras sociedades y no al revés”, plantea Eliana Urrutia, académica Facultad de Ciencias de la Educación y coordinadora Procesos de Acreditación Vicerrectoría de Aseguramiento de la Calidad, de Universidad San Sebastián.
Competencias
Las carreras humanistas se mantienen vigentes y competitivas en la actual oferta académica, entro otras razones porque han experimentado transformaciones bajo la lógica de la tecnificación, el alto grado de especialización y las exigencias de desarrollo de competencias laborales de las mismas, según explica la docente de la USS. Las competencias y renovación del amplio abanico de carreras humanistas se ha propiciado con la apertura de programas especializados, y también “en la formación de profesionales cuyas competencias genéricas o transversales están vinculadas al trabajo en equipo, el emprendimiento, la innovación, desempeños imprescindibles en una sociedad global y multimedial”, asegura Eliana Urrutia. Por otro lado, advierte la académica, en respuesta a las exigencias y la expansión del sistema de educación superior, un factor que hoy se vuelve cada más exigido en el campo laboral es la formación continua y consecución de grados académicos, cada vez de más alto nivel por parte de los egresados. “En este sentido, la mirada flexible e integradora de saberes propia de las humanidades, estimula y es campo fértil para la concreción de este imperativo”, asegura Urrutia.