Ejes de la alta gerencia
El mejoramiento continuo y la organización a través de un gobierno corporativo, tanto para el desarrollo organizacional como para mejorar las competencias del capital humano, son ejes transversales en el liderazgo gerencial.
Mejoramiento continuo y transformación cultural.
Adaptación a los cambios en un mundo que se mueve a miles de revoluciones por minuto. Así es el mercado laboral en el cual es imprescindible un mejoramiento continuo para elaborar una estrategia empresarial, fortalecer la institución y desarrollar una cultura organizacional. Todo ello recae en el rol de las altas gerencias.
En esa línea, existen ejes transversales en las altas gerencias que se relacionan directamente con la gestión de un gobierno corporativo. Para Claudio Müller, académico del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, “la existencia de normas y órganos internos en las compañías, es decir, más allá de las unidades funcionales y unidades de negocio, llamadas frecuentemente como gobierno corporativo, tienen como objetivo resolver conflictos entre accionistas y entre éstos con los administradores o la propia empresa”, explica.
Asimismo, precisa que los ejes transversales en las altas gerencias de las empresas deberían estar focalizados en el desarrollo de competencias de sus colaboradores, “especialmente en el ámbito de los derechos y la equidad para los diferentes interlocutores: accionista, inversionista, órganos reguladores y fiscalizadores, y por supuesto, los colaboradores y sindicatos, que ayuden a facilitar el diálogo y resolución de conflictos entre las partes involucradas”, sostiene Müller.
Con lo anterior, también existen aspectos en que se deben enfocar los desafíos de mejoramiento continuo, tanto en la gestión y dirección de una empresa, como también en potenciar el capital humano que sustenta el desarrollo de la compañía.
El académico explica que estos aspectos están basados en el conocimiento y habilidades que forman parte de las personas del equipo colaborador, “particularmente, las que tienen relación con la planificación y regulación de los propios entornos, con fomentar el compromiso e iniciativa de los trabajadores, con la finalidad de que puedan responder adecuadamente ante situaciones conflictivas, y la adaptabilidad ante diversos escenarios que puedan presentarse en la organización”, indica Claudio Müller.
“La existencia de normas y órganos internos en las compañías, es decir más allá de las unidades funcionales y unidades de negocio, llamadas frecuentemente como gobierno corporativo, tienen como objetivo resolver conflictos entre accionistas y entre éstos con los administradores o la propia empresa”, Claudio Müller, académico del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.