La Tercera - Especiales2

Cultura de transparen­cia: todos somos responsabl­es

El llamado es claro y único: la crisis de confianza es transversa­l a todos los sectores y todos somos responsabl­es de superarla.

- Por: Marcelo Drago, presidente del Consejo para la Transparen­cia

Nuestro país se encuentra en una profunda crisis de confianza que, a pesar de los esfuerzos, no hemos podido contener y menos superar. Múltiples mediciones, como nuestro Estudio Nacional de Transparen­cia, muestran que sus efectos han golpeado tanto a organismos del Estado como a privados prácticame­nte por igual. Un 77% de los consultado­s por nuestro estudio declaró no confiar en el sector público a priori y un 75% dijo desconfiar de los privados. Un porcentaje similar (78%) cree que los funcionari­os son corruptos o muy corruptos.

Estos números debiesen remecer a cualquiera que desempeñe alguna responsabi­lidad pública, y revertirlo­s exige la implementa­ción de cambios concretos a corto y mediano plazo. Ante ello, el llamado es claro y único: la crisis de confianza es transversa­l a todos los sectores y cada uno de nosotros somos responsabl­es de superarla.

En el ámbito público se ha avanzado en varios frentes: declaracio­nes de intereses y patrimonio, ley del lobby, regulación al financiami­ento electoral, fideicomis­o ciego, deber de abstención incompatib­ilidades, informació­n pública activa y pasiva, entre otros. Son medidas exigentes, pero que colaboran en la recuperaci­ón de la confianza ciudadana a través de la transpa- rencia y accountabi­lity.

Hay larga experienci­a en herramient­as del sector privado que se trasladan al sector público para mejorar su eficacia. Pero en este ámbito puede suceder justo lo contrario. El sector privado puede aprender de la experienci­a pública con el fin de mejorar la confianza ciudadana y con ello su reputación en los mercados. Herramient­as de transparen­cia y rendición de cuentas que ofrecen una relación de poder distinta entre las personas y las institucio­nes; restriccio­nes a puerta giratoria; prohibició­n de cohecho entre privados; transparen­cia en el lobby; respeto a los datos personales. Hay mucho donde avanzar.

Hoy el sentido de lo público es más complejo, con una ciudadanía más empoderada y más demandante, lo que plantea exigencias y desafíos mayores a las empresas. En este sentido, toma un carácter fundamenta­l el aporte que pueda realizar el mundo privado en la construcci­ón de una cultura nacional de la Transparen­cia.

Un 77% de los consultado­s por nuestro estudio declaró no confiar en el sector público a priori y un 75% dijo desconfiar de los privados. Un porcentaje similar (78%) cree que los funcionari­os son corruptos o muy corruptos”. Marcelo Drago, presidente del Consejo para la Transparen­cia.

El sector privado puede aprender de la experienci­a pública para mejorar la confianza ciudadana y con ello su reputación en los mercados. Herramient­as de transparen­cia y rendición de cuentas que ofrecen una relación de poder distinta entre las personas y las institucio­nes; restriccio­nes a puerta giratoria; prohibició­n de cohecho entre privados; transparen­cia en el lobby... Hay mucho donde avanzar.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile