Cambio de paradigma: de gasolina a energía eléctrica
Se proyecta que el parque automotriz en 2050 tendrá un 40% de vehículos eléctricos en Chile. Esta transición también implica un cambio cultural que paulatinamente los expertos anticipan se arraigará en nuestro país.
Actualmente, en nuestro país hay alrededor de 600 autos eléctricos e híbridos enchufables. Se estima que para el 2022 la cifra alcanzaría los 2.500 vehículos. Últimamente, el concepto de electromovilidad está muy en boga. Pero de acuerdo a José Miguel O’Ryan, director de carrera de mecánica automotriz de Duoc UC, sede San Joaquín, esta noción no es algo nuevo en Chile. “Nuestro país es pionero. Por ejemplo, están los troles de Valparaíso y el sistema de Metro que llevan mucho tiempo”, destaca. Aunque la preferencia por vehículos eléctricos a nivel de la población es algo que ha sido más paulatino.
Algunos desafíos
Para Samir Kouro, investigador del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E) de la Universidad Técnica Federico Santa María, una de las barreras de entrada que incide en la compra de vehículos eléctricos es su mayor costo, que va de entre 20% a 50% frente a uno de origen combustible fósil. Una solución que plantea Kouro es bajar los costos de estos vehículos que es algo que está sucediendo de manera gradual. “El mayor costo se debe a que son tecnologías nuevas. Hay más líneas de producción, fabricando autos a combustión que produciendo vehículos eléctricos. Pero lo mismo ocurrió con los televisores planos versus los a tubo. Es algo que va a empezar a cambiar”, adelanta. De hecho, ya existen algunas marcas que dejarán de fabricar vehículos a combustión en los próximos 5 a 10 años. El cambio masivo es sólo cuestión de tiempo.
Otro tema es que existe la percepción de que la batería no rendirá en trayectos extensos, lo que tampoco necesariamente debe ser así. Un desafío en este sentido, es que los tiempos de carga de las gasolineras con las electrolineras se asemejen. Hoy la carga de un 60% de la batería tarda entre 20 a 30 minutos en una electrolinera, lo que también varía según el vehículo, tipo de carga y de electrolinera. Asimismo, el aumento de los puntos de cargas en Chile también es una meta importante.
Kouro piensa que las proyecciones de un 40% de vehículos eléctricos de aquí al 2050 podría llegar a superarse. “Hay que considerar que si bien un vehículo eléctrico es más costoso, su costo operativo comparativamen- te es menor a los vehículos a combustión. No hay que hacer cambios de aceite y las mantenciones son menores que las de un auto mecánico. Además, el valor del kilómetro recorrido eléctricamente es más económico que mediante combustible fósil”, agrega.
Electrolineras
También, denominados como puntos de carga o electrolineras, son las estaciones que suministran energía eléctrica a las baterías de estos vehículos. ¿Cómo funciona? Se llega a la electrolinera, se toma la tarjeta, se monta sobre la electrolinera y se habilita el punto de carga. Se apaga el vehículo, se abre la tapa del enchufe y se conecta la pistola. “En palabras simples es como echar bencina, pero sin combustible o como cargar un celular”, explica O’Ryan.
Las electrolineras adaptan la energía hacia la batería que hay en los vehículos eléctricos. Estos, a la vez, consumen corriente alterna que almacenan y entregan hacia un aparato que la ‘acomoda’ y adapta para ser usada en el motor. Las electrolineras son convertidores de potencia que pasan la corriente alterna a continua y controlan el flujo de energías en la batería. Como coinciden los expertos, el cambio de la tradicional gasolina a su versión eléctrica es cosa de tiempo.
“Actualmente, los vehículos eléctricos ya tienen ciertas ventajas respecto de los convencionales: están exentos de la restricción vehicular, están exentos del impuesto verde. Así mismo, hemos incorporado cupos especiales para taxis eléctricos, que ya están empezando a circular en nuestras calles”. Susana Jiménez, ministra de Energía.