Integración y participación en el mundo actual
Lograr y mejorar la inserción social de personas con discapacidad intelectual es el objetivo de un grupo multidisciplinario que es liderado desde la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes por medio de proyectos inclusivos.
Si bien la investigación científica es su foco, el equipo de Neurodesarrollo de la Escuela de Psicología, liderado por las académicas Marcela Tenorio y Paulina Arango, avanza en proyectos para contribuir a la modificación del contexto social. Este esfuerzo hizo posible el diseño e implementación del Programa de Participación
Social en Discapacidad Intelectual PaísDI, en un trabajo colaborativo con el Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS).
Su objetivo es formar liderazgos para el área de la discapacidad intelectual, a través de la implementación de escuelas territoriales de formación, cuyos contenidos se enfocan en las perspectivas de derechos y discapacidad intelectual. Hasta octubre, en cada región de Chile se había logrado una asistencia promedio de 30 personas, por lo que el programa ha formado a cerca de 480 líderes en el área de la discapacidad intelectual.
“Buscamos impulsar su asociatividad, ver cuáles son sus necesidades, entender qué es lo que está pasando en cada región y proyectar cómo seguir trabajando en el país. En todos nuestros programas involucramos a los estudiantes de pregrado, mostrándoles que aquí hay un espacio de desarrollo personal y profesional”, explica Marcela Tenorio.
En esta línea, el equipo de Neurodesarrollo ha implementado también un Club de Lectura para jóvenes con síndrome de Down, con apoyo del Fondo Nacional de Proyectos Inclusivos (FONAPI), y un proyecto para la formación para cuidadores de jóvenes con síndrome de Down, junto a la Fundación Isabel Aninat, entre otros.
Investigación internacional
El mismo equipo de profesionales de la Escuela de Psicología participó, junto a la División de Psiquiatría de University College of London, en la investigación internacional “Estigma hacia la discapacidad intelectual”, que identificó la realidad nacional en esta materia con el objetivo de generar proyectos que contribuyan a mejorar la inserción social a nivel universitario y laboral.
Entre otros, el estudio arrojó que las personas de entre 13 y 17 años con esta condición en Chile manifiestan sentirse tratados como niños cuando no lo son, y perciben los estigmas de manera similar a otros países. “Somos el único país de Sudamérica en el que se ha hecho un estudio de estas características, hasta ahora”, asegura la académica.
Mundo laboral
Asimismo, la Escuela de Terapia Ocupacional trabaja en línea con los cambios del país, y prepara a sus alumnos para cumplir un rol esencial en el proceso de acompañamiento en el contexto de la Ley de Inclusión Laboral. “En la universidad, los ramos tienen un enfoque desde la inclusión y no solo desde la integración de las personas. Desde entender y promover que todas gocen de los mismos derechos y acceso a las mismas oportunidades recibiendo apoyos, adaptaciones o ajustes; y crear espacios que acojan la diversidad en general”, asegura Antonia Hornig, egresada de la Escuela de Terapia Ocupacional.