Etapa de crecimiento
El aporte proteico de los lácteos en la alimentación de los niños.
El crecimiento y la nutrición están íntimamente relacionados. A mejor calidad de la alimentación, mejor crecerán nuestros niños. Es por eso que los padres tienen que tener una especial preocupación por el tipo de alimentos que les brindan a sus hijos y, los lácteos, son el mejor aliado en esta tarea, pues contienen proteínas y calcio, esenciales en la etapa de crecimiento.
Todos sabemos la relevancia de la proteína como uno de los nutrientes esenciales para la alimentación. Sin embargo, no todos tienen claro que los lácteos son uno de los alimentos que contienen proteínas de mejor calidad. Jorge Peña, director de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Central, explica que “el grupo de los llamados macronutrientes está compuesto por grasas, hidratos de carbono y proteínas. Estas últimas son de gran importancia, debido al rol que cumplen para el desarrollo, crecimiento y la reparación de músculos y tejidos. La ventaja de la leche es que los componentes de sus proteínas, los aminoácidos, son fácilmente digeribles en comparación con otros alimentos, lo que facilita la capacidad del organismo de incorporarlos y aprovecharlos. La leche contiene todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita y en muy buena proporción, lo que determina su alta calidad nutricional”.
La doctora Carolina Estay, nutricionista pediátrica de Clínica Universidad de Los Andes, agrega que “la proteína que proviene de los lácteos es de alto valor biológico. Esto significa que las proteínas que están contenidas en la leche, el organismo del ser humano no las puede sintetizar, no las puede producir. Por esa razón, están en la leche, también en el huevo y también en la carne. Son aminoácidos esenciales, lo que permite un buen crecimiento y permite que todos los órganos se desarrollen bien. Dentro de esos órganos, los más nobles son el sistema nervioso central, cerebro, que también se forma adecuadamente, junto con el resto de los órganos”.
Por su parte, la doctora Patricia Salinas, pediatra de Clínica Alemana, señala que “la proteína de la leche presenta diversos beneficios comprobados para la salud. Favorece la absorción del calcio, ayuda a la regeneración muscular, disminuye la presión arterial, fortalece el sistema inmune, mejora los niveles de serotonina en el cerebro, previene la disminución de la masa muscular y, además, tiene propiedades antioxidantes. Es decir, es un alimento muy completo. En periodos de crecimiento acelerado como en los niños, las necesidades de proteínas y, por ende, de aminoácidos, aumentan. Es por eso que en los niños menores de dos años, la recomendación es que consuman tres raciones de lácteos al día. En el caso de los niños mayores de dos años, la recomendación es que deben consumir dos raciones de lácteos diarias”.
A tener en cuenta
La doctora Carolina Estay explica que “el tipo de aminoácido y el tipo de proteína que tienen los lácteos, el organismo de los niños los puede digerir. De esa forma, lo puede absorber bien, porque cuando uno come muchas proteínas el riñón tiene que depurar estos metabolitos (cualquier molécula utilizada, capaz o producida durante el metabolismo). Entonces, el beneficio que tiene la leche es que no tiene ningún efecto sobre la función renal, por la calidad que tiene y porque el organismo es capaz de digerirlo y absorberlo adecuadamente, de acuerdo al desarrollo del intestino que tienen los niños. Este se va formando de a poco, primero toleran la proteína de la mamá, luego la proteína de la leche de la vaca y su organismo puede digerirlos y absorberlos bien sin provocarle problemas”.
En el caso de los niños que no cuentan con la leche materna, existen fórmulas infantiles en base a leche de vaca que son iniciales, a las que se les hacen los cambios para que puedan aportar todo lo que es necesario y, de esa forma, el niño puede digerirlas bien y tampoco hay sobrecarga renal. “La ventaja de la leche es que los componentes de sus proteínas, los aminoácidos, son fácilmente digeribles en comparación con otros alimentos, lo que facilita la capacidad del organismo de incorporarlos y aprovecharlos”. Jorge Peña, director de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Central.