¿Por qué consumir leche?
Incorporar lácteos a la dieta de cada día tiene beneficios asociados a la ingesta y absorción de nutrientes, además de convertirse en una excelente fuente de proteínas, especialmente en dietas basadas en vegetales o con baja ingesta de grasas.
La leche proporciona nutrientes esenciales y es fuente importante de energía alimentaria, proteínas de alta calidad y grasas. Contiene más de 40 proteínas, siendo la principal la caseína, que representa el 80% de las existentes en la leche de vaca.
Con una proyección de crecimiento del 25% del consumo de lácteos en países desarrollados al 2025, la leche es considerada un alimento que debe ser incorporado en la dieta diaria de las personas, especialmente en niños.
“La leche puede contribuir considerablemente a la ingesta necesaria de elementos como el calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico”, explica Mauricio Donders Orellana, ingeniero en industria alimentaria y académico de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM).
Estos elementos están disponibles no sólo en la leche, sino también en sus derivados como fermentados lácteos, quesos maduros, yogur y leche cultivada, sumándose en una segunda línea los probióticos lácteos, cuyo uso se ha masificado en los últimos años.
La leche contiene más de 40 proteínas, siendo la principal la caseína, que representa del 80% de las existentes en la leche de vaca. La misma es de buen valor biológico para el ser humano, como apunta Donders, lo que se refiere a la fracción de nitrógeno absorbido y retenido por el organismo, que representa la capacidad máxima de utilización de una proteína, mientras el resto es excretado de distintas formas. En tanto, “la leche materna es fundamental en las primeras semanas de vida y por eso existe el fomento y protección de la lactancia materna. Gracias a sus aportes en proteína y calcio, se convierte en un alimento fundamental a lo largo de la vida”, plantea el académico.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “la leche puede contribuir considerablemente a la ingestión necesaria de nutrientes como el calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico”. La misma, junto a los productos lácteos son considerados por el organismo como alimentos ricos en nutrientes y como recomendación apunta a su capacidad de hacer más diversa las dietas basadas principalmente en el consumo de vegetales.
En esta misma línea, destacan que la leche de origen animal tiene la capacidad de jugar un rol importante en las dietas de los niños en poblaciones con bajo nivel de ingestión de grasas y acceso limitado a otros alimentos de origen animal.
Según datos del Consorcio Lechero, en Chile el consumo de leche y sus derivados alcanza los 151,6 litros per cápita al año, incluyendo alimentos como quesos, yogur, leche cultivada y manjar.