Los cambios que llegan con el ingreso a la universidad
Conversa con tus padres y amigos, confía en tus capacidades, organiza tus tiempos y ten siempre una actitud positiva para afrontar estos nuevos desafíos. La universidad te espera.
Probablemente te sientas ansioso, o nervioso, incluso emocionado. ¡Tranquilo! Es normal sentirse así. Estás a punto de enfrentarte a un nuevo entorno, nuevos compañeros y una nueva metodología de estudio. Bienvenido a la educación superior.
¿Quieres saber cómo enfrentar estos nuevos cambios? Carolina Moreno, especialista en gestión educacional y académica del magíster en Psicología Educacional de la Universidad Mayor, te recomienda que “seas optimista, sientas confianza proyectando todas las energías positivas en esta nueva etapa de la vida. Considera que es una oportunidad en todos los ámbitos para reinventarte. Podrás ser la persona que tú quiere ser, es un nuevo comienzo en un nuevo entorno haciendo algo que tú mismo elegiste hacer. Por lo tanto, el desafío es tomarte un tiempo para reflexionar y definir qué aspectos quiero mantener y cuáles quisiera modificar. Tanto en el ámbito de las relaciones sociales como en lo académico”.
Asimismo, la actitud positiva es fundamental, confiar en el proceso vivido, ya que ahora es tiempo de poner en práctica todas las habilidades y conocimientos adquiridos en toda la etapa de escolaridad, cuenta Moreno.
Cinco recomendaciones
Ahora vamos a lo práctico. Si te sientes nervioso, la especialista de la U. Mayor te entrega estos tips:
1. Conocer y reconocer con anterioridad al día de inicio el lugar donde deberás asistir, las salas de clases y ojalá algún conocido, para que de esta forma la ansiedad propia de comenzar un nuevo desafío esté aminorada.
2. Practicar estrategias de mindfulness para disponer el cuerpo y la mente positivamente para esta nueva experiencia. Esto nos va a permitir dormir mejor y de esta forma estar biológicamente más dispuestos. Además nos permite visualizar la experiencia exitosa y positiva por lo que nuestra actitud mental facilitará para que esto sea real.
3. Planificar el traslado y contar con un lápiz y una libreta para anotar horarios de clases y salas y así poder organizar las semanas siguientes.
4. Identificar el lugar donde se pueden hacer consultas, por ejemplo, la secretaría académica y hacerlo sin dudar en caso de necesitarlo.
5. Confiar. Es un proceso que se debe disfrutar y organizándote debería ser muy positivo.
“Organiza tus tiempos de manera equilibrada: estudio, descanso, ocio, deporte, recreación. Asiste a clases. En esta etapa nadie te va a perseguir para que asistas o entres a clase, pero este es un factor fundamental para que el rendimiento académico llegue a buen término”. Moreno, especialista en gestión educacional y académica del magíster en Psicología Educacional de la Universidad Mayor.
Apoyo de los padres
Durante esta etapa es probable que te sientas inseguro, por lo que el apoyo de tu familia será fundamental. Con tus padres y amigos puedes verbalizar lo que sientes, las dudas que tienes y siempre un buen consejo o apoyo puede ayudarte.
“Es importante que reflexiones junto a tu familia el hecho de que pudiera ocurrir que en un tiempo te des cuenta que la carrera que estás cursando no es la que querías estudiar. Para esto, es necesario definir un plan de acción y considerar que esto no es de vida o muerte, que esta decisión puede ser tomada varias veces. Lo importante es darle la oportunidad a la carrera y a la casa de estudio elegida, porque hay veces que en un comienzo no nos gusta algo pero con el tiempo comenzamos a ver las cosas de manera positiva”, comenta la especialista de la Universidad Mayor.