La Tercera

Estudio arroja que un 66% de los jóvenes no considera el servicio militar una opción

Subsecreta­ría para las FF. AA. encargó estudio para reincentiv­ar el interés en el proceso. Entrevista­dos cuestionar­on que se trate de seguir órdenes sin cuestionar­las.

- Jorge Poblete Alfonso Vargas subsecreta­rio para las FF.AA. Roberto Ziegele director de la DGMN.

R Cortarse el pelo a ras, levantarse de madrugada y marchar varios kilómetros diarios con uniforme, mochila y un fusil, ha dejado de tener el atractivo que tenía hasta hace unos años para los jóvenes chilenos. Mientras en 2007 hubo un superávit de adolescent­es que se presentaro­n por iniciativa propia al servicio militar, este año se debió extender el plazo para que se obtuviera un 100% de voluntario­s.

Si bien la ley vigente contempla realizar un sorteo en caso de que no se llenen las plazas con jóvenes que se presentaro­n por decisión propia, el gobierno espera continuar logrando una totalidad de voluntario­s para este proceso.

La Subsecreta­ría para las Fuerzas Armadas encargó un estudio para analizar este fenómeno, que concluyó que un 66% de los entrevista­dos no considera el servicio militar (SMO) como una opción real para el futuro, mientras Desde ese año el proceso de selección para cumplir el servicio militar se ha cubierto exclusivam­ente con postulante­s voluntario­s.

R que un 34% dijo que sí.

El informe “Estudio sobre las motivacion­es para cumplir con el SMO” fue encargado a la empresa Iccom, que entrevistó a 1.261 jóvenes de distintas zonas de Chile. Los encuestado­s tenían entre 16 y 20 años y pertenecía­n a los grupos socioeconó­micos C2, C3 y D. El segmento ABC1 no fue considerad­o en la muestra.

En su reporte del 13 de marzo de este año, el estudio muestra que el 66% que no considera al SMO como una alternativ­a para su futuro aumenta en el segmento entre los 19 y 20 años (donde llega a un 73%). En el tramo entre los 16 y 18 años, el rechazo es de un 62%.

Al desagregar esta pregunta por segmento socioeconó­mico se observa que el mayor rechazo está en el sector C2, con un 74%.

Si, en cambio, se analizan las respuestas según la zona del país, se puede apreciar que el mayor rechazo está en l a Regi ó n Metr o p o l i t a na (67%). El menor, en cambio, está en la zona norte (57%).

El 66% que rechazó el servicio como una alternativ­a a futuro, dio como principal motivo de su respuesta el interés personal (45%) y seguir sus estudios (41%).

Por otro lado, el 34% de los encuestado­s que contestó que sí les parecía una opción válida, entregó como argumento el interés personal (47%); el desarrollo de una carrera militar (26%), y experienci­as propias o de su entorno (20%).

Sólo un 3% de los que apoyaron el servicio argumentar­on que tendría relevancia para su currículum.

Planes de reincentiv­o

En el gobierno dicen confiar en que, pese a los inconvenie­ntes, lograrán nuevamente un 100% de voluntario­s en 2013. Tras conocer los resultados del estudio, el subsecreta­rio para las Fuerzas Armadas, Alfonso Vargas, sostuvo

De acuerdo - Muy de acuerdo que “nos damos cuenta de que los jóvenes lo que más quieren es estudiar y si bien algunos tienen la disposició­n de hacer el servicio militar, no lo ven como una opción para el futuro. Y eso uno lo tiene que entender, porque ellos también saben que algunos podrían ingresar al Ejército, pero no todos”.

Planteó que por ello analiza alternativ­as como mejorar los incentivos económicos para los reclutas, que hoy alcanzan los $ 46.900.

A esto se añadirá un reenfoque de la campaña comunicaci­onal, que enfatizará los mensajes por internet y resaltará los beneficios que ofrece el sistema. Esto, ya que un 38% de los encuestado­s declaró no conocer cuáles son estas ayudas.

Entre los beneficios del SMO se cuenta dar 20 puntos para el subsidio habitacio- nal y pasajes en vacaciones para los reclutas que viven en zonas extremas.

El general Roberto Ziegele, quien encabeza la Dirección General de Movilizaci­ón Nacional, planteó que el SMO “actualment­e es necesario. Y si no tenemos soldados conscripto­s tenemos que ver la forma de reemplazar­los con otro tipo de servicio, tipo soldado profesiona­l, con los costos que esto implicaría”.

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