Argentina anuncia expropiación de YPF y toma instalaciones de la petrolera
A las 15 horas, el ministro de Planificación, Julio de Vido, tomó la posesión de YPF, obligando a los directivos a dejar las oficinas. La Presidenta Cristina Fernández anunció el envío de un proyecto al Congreso para controlar la firma. Repsol se quedará
R Intervenida. Ese es el estado actual de YPF en Argentina. Ayer, a las 15 horas, llegó a las instalaciones de la mayor petrolera del vecino país, ubicadas en Puerto Madero, el ministro de Planificación, Julio de Vido, para tomar posesión de la firma, que era controlada por la española Repsol, entidad que tiene el 57% de la propiedad. Horas antes, la Presidenta Cristina Fernández había convocado a una cadena nacional para anunciar el envío al Congreso de un proyecto de ley para expropiar el 51% de YPF, documento que se conocía desde la semana pasada.
Además de justificar la medida como de “utilidad pública”, Fernández comunicó que había firmado un decreto que dejaba a Julio de Vido como interventor de la firma por 30 días, hasta que se concrete la expropiación.
La llegada de De Vido
El hombre de confianza de la familia Kirchner llegó a las oficinas de YPF acompañado del secretario de Política Económica del Ministerio de Economía, Axel Kicillof, y mostró el Decreto de Necesidad y Urgencia. A su llegada, De Vido solicitó la renuncia de los directores que Repsol colocó en la petrolera.
Cristina Fernández explicó que la “nueva YPF” será compartida entre el Estado, que tendrá el 26,01% del total de la empresa, y las provincias productoras, con 24,99%. Además, el Grupo Petersen (Eskenazi) seguirá con el 25,46% y Repsol bajará del 57,45% a
R 6,43%.
Fernández indicó que “no va a contestar ninguna amenaza, no va a responder ningún exabrupto, no se va hacer eco de las faltas de respeto o de frases insolentes que algunos dijeron. Soy una jefa de Estado y no una patotera”. Esto, porque la medida causó la rápida respuesta de la comunidad internacional y de España, que calificó la expropiación como una hostilidad (ver nota página 26).
Agregó que la decisión de expropiar YPF se debe a la “política de vaciamiento” de la petrolera y la falta de producción y de exploración.
En la tarde, la hispana Repsol respondió con una declaración pública, mientras la acción de YPF caía hasta 18% en Nueva York. El grupo calificó la medida como “mani- fiestamente ilícita y gravemente d i s c r i minat o r i a ” . Agregó que llevarán a cabo “todas las medidas legales que procedan para preservar el valor de sus activos y de sus accionistas”.
El peso de YPF en Repsol no es menor. En términos de producción, representa el 50% del total del grupo y el 40% de las reservas de petróleo. Para Argentina, hacerse de la firma es relevante. Analistas estiman que el gobierno transandino busca quedarse con el yacimiento Vaca Muerta, descubierto en el 2011 y que situó a Argentina como el tercer país del mundo en recursos de hidrocarburos no convencionales.
Según consignaron medios españoles, abogados especializados en arbitrajes estimaron que expropiar YPF costa-
R ría US$ 18 mil millones. En tanto, el gobierno de Kirchner dijo que un tribunal de tasación fijará el valor.
Los expertos argentinos recibieron la expropiación con a s o mbro y d e s c o nc i e r t o . “Nunca en la historia de Argentina se había expropiado una empresa y menos con ese énfasis”, dijo Rodolfo Freyre, socio de Freyre y Asociados. Agregó que “no cambia mucho que la empresa sea privada o estatal. El negocio hay que hacerlo funcionar de todas maneras y hay que ver cómo se hace”.
La misma visión tiene el economista jefe de Abeceb, Mariano Lamothe. “Esta no es la mejor solución de los problemas de Argentina. Es una solución cortoplacista y financiera, y es sólo para tener el manejo de la principal petro- lera de Argentina”, dijo.
Agregó que el problema del país es la falta de inversiones por las bajas tarifas energéticas. Señaló que una de las formas que tendrá Argentina para contar con recursos es capitalizar las utilidades de YPF, cifra que, indicó, este año ascendería a cerca de US$ 1.800 millones (ocho mil millones de pesos argentinos).
Un analista del mercado energético argentino advirtió que en el invierno podrían venir otras expropiaciones, pero en la industria de la distribución del gas natural.