Candidatos presidenciales se disputan la influencia en las redes sociales
Comandos han ajustado sus ofensivas en internet con miras a reencantar principalmente al electorado juvenil. Videos, redes online y aplicaciones para celulares, son algunas de las plataformas donde los candidatos buscan posicionarse. Brandmetric monitorea
R Una semana después del accidente aéreo que costó la vida de 21 pasajeros en un vuelo de la Fach a Juan Fernández, la cuenta de Twitter del entonces ministro de Defensa, Andrés Allamand, consignó un aumento de 13 mil seguidores. Hace unos días, el candidato presidencial de la UDI, Laurence Golborne lanzó un video con su lema de campaña: “Es posible”. El material fue tema de intenso debate en la red social, consiguiendo el p e a k d e menciones d e la cuenta del candidato: ese día 18.853 personas escribieron “tuits” con su nombre.
El 19 de enero pasado, una vez conocidos los resultados de las primarias internas de la DC que dieron por ganador al ex alcalde de Peñalolén Claudio Orrego por sobre la senadora Ximena Rincón, 8.372 personas dedicaron sus “tuiteos” al ex edil.
Los tres ejemplos forman parte de los “hitos” que la empresa Brandmetric ha consignado en su monitoreo del uso de las redes sociales como nueva plataforma de campaña, por parte de los candidatos que tienen mayor presencia en la web (ver infografía). El estudio apunta al comportamiento de las cuentas en Twitter y Facebook, así como de las páginas web.
Los datos comenzaron a ser recogidos apenas terminaron las municipales de noviembre pasado, que terminaron por desatar la carrera presidencial en el oficialismo como en la oposición.
En todos los comandos coinciden que la alta abstención registrada en dichos comicios es el principal motivo por el que han optado por potenciar sus estrategias digitales con miras a conseguir mayor adhesión y reencantar a los principales usuarios de las redes sociales: los jóvenes.
Todos coinciden además que, a diferencia de las pasadas elecciones presidenciales, en 2013 las plataformas digitales han potenciado su espacio de influencia, aunque la verdadera medición está por venir.
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