SEXO CLINICO
René Martín
asada en hechos reales, Seis sesiones de sexo nos relata la historia del periodista y poeta Mike O’Brien, quien a la edad de seis años contrajo polio, sufrió una atrofia muscular y quedó viviendo con un pulmón de acero. Consciente de que su tiempo es limitado, quiere realizar uno de sus sueños antes de morir: tener sexo. Proveniente de una familia católica, para él el sexo está cargado de culpa y pecado, más que de satisfacción, conocimiento y alegría. Después de consultar con un cura, quien le da su bendición, recurre a una terapeuta especializada en ser una suplente sexual.
Dirigida por Ben Lewin, quien también sufrió de polio, esta historia protagonizada por Helen Hunt y John Hawkes, ambos correctísimos en sus interpretaciones, suena a cursilería, gratuidad y a fórmula garantizada de premios, en especial para su estrella fe- menina, quien está gran parte de la trama desnuda. Increíblemente, Lewin maneja la trama de manera cuidada, a la vez que frontal. Las conversaciones y acciones son realizadas sin tapujos y de manera natural. Las relaciones sexuales son casi clínicas y, de alguna manera, surge una real química entre sus protagonistas. Quizás por su pasado como director de televisión, el filme peca de falta de profundidad y le sobran ganas de agradar; es una pena porque el tema podría haber entregado mucho más. Seis sesiones de sexo termina siendo un filme con un tema controvertido e incómodo para muchos, como siempre lo es el sexo, pero que uno podría invitar a su abuelita a ver sin sentir problemas.