SIN SOLUCION A LA VISTA
EPor L “fantasma de Moscú” tiene rostro: tras semanas de misterio, el ex técnico de los servicios secretos estadounidenses Edward Snowden se mostró por primera vez en la capital rusa. Con una camisa gris y bien peinado, se presentó ante representantes de varias organizaciones en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú.
Allí manifestó en público su deseo de seguir de momento en Rusia, como refugiado político. Y es que no parece haber otra salida: todo parece indicar que un viaje a América Latina es imposible por ahora. Sin embargo, para ello tendrá que plegarse a las condiciones del jefe del Kremlin, Vladimir Putin.
Snowden no ve otra salida, y en vista de los controles de vuelos no puede sin más tomar uno y marcharse a Latinoamérica, destacó. Rusia se niega a extraditar a Snowden, entre otros motivos por la pena de muerte vigente en Estados Unidos. El encuentro con activistas muestra que Snowden quiere posicionarse como disidente polí- tico y luchador contra las violaciones a los derechos humanos, tuiteó el famoso político ruso Alexei Pushkov. Pero, sobre todo, la iniciativa de Snowden supone el primer intento palpable de maniobrar para salir del atolladero en que se encuentra.
La incertidumbre por el futuro de Snowden se considera desde hace tiempo una extrema prueba de resistencia para las de por sí tensas relaciones entre Moscú y Washington. La maltrecha economía rusa depende en gran medida de inversiones estadounidenses y quizás sea ese el motivo por el que Putin puso condiciones al asilo de Snowden.
Los analistas de Moscú destacan, sobre todo, la irresistible tentación para el Kremlin de desatar una propaganda antiestadounidense en el caso Snowden. Antes de la visita prevista en septiembre del Presidente estadounidense, Barack Obama, Rusia adopta ahora un gran riesgo con la iniciativa de asilo.