Desarrollo energético
Señor director: En las primarias escuchamos a los candidatos decir que Chile tiene la energía más cara y sucia de América Latina. Además, indican que el país necesita energía. Pero, ¿qué proponen para conseguirla?
Parece haber acuerdo en que se necesita una matriz diversa, pero nadie quiere asumir el costo político de aprobar proyectos emblemáticos, como HidroAysén, Castilla o Barrancones. ¿Se está pensando en el largo plazo y el bien común, o en el plazo de las próximas elecciones y el esperado triunfo?
Los más alarmistas vaticinan un país a oscuras; pers o n a l ment e , espero un cambio de modelo, uno que incorpore al Estado y a los privados con una mirada económica y técnica, social y medioambiental.
El Estado tiene que dejar de refugiarse en las resoluciones judiciales. Debe mostrar determinación y no dejar la visión de desarrollo en manos de funcionarios, o dejarse llevar por las presiones de grupos organizados. La empresa también es un actor vital, ya que tiene la obligación de transparentar a la comunidad los efectos que la construcción de una central puede tener y ser capaz de generar proyectos sobre la base de la co-construcción.
Por último, debemos pensar en el bien común. Puedo entender que nadie quiera tener una central en su comuna, pero menos querría tener una matriz altamente contaminante en un país que tiene un gran potencial de energía hidroeléctrica no desarrollado.
Todos tenemos responsabilidad por la situación en la que nos encontramos; desde todos los puntos de vista, se requiere una visión de largo plazo y alineada con el país que queremos dejar a nuestras futuras generaciones.