La Tercera

Un gobierno corporativ­o ayudará a la sucesión en la gestión y el relevo generacion­al

- Jon Martínez

de la empresa (o gobierno corporativ­o) que hace fundamenta­lmente dos cosas: supervisar la marcha de la empresa en el corto plazo y crear valor en el mediano y largo plazo. Lo primero lo consigue mediante la revisión permanente (ojalá mes a mes) de los indicadore­s de gestión y los estados financiero­s. Lo segundo, por medio del desarrollo de una visión de futuro y la definición de una estrategia para alcanzarla.

Un punto crucial es saber distinguir entre gobierno corporativ­o y administra­ción. Muchas empresas tienen una buena administra­ción o gestión a través de un buen equipo de gerentes, pero no tienen gobierno o este no funciona como correspond­e. Esto último significa que no poseen un directorio o que este sólo cumple con las obligacion­es que le impone la ley. La administra­ción se centra en el día a día, el gobierno en el mediano y largo plazo, sin descuidar el corto, por cierto. Mientras la administra­ción se enfoca en los árboles, que son las operacione­s cotidianas, el gobierno focaliza su esfuerzo en el bosque, que son el conjunto de negocios en que compite la empresa hoy, y en aquellos nuevos negocios en que podría competir en el futuro.

Es importante separar gobierno de administra­ción. Si dos generacion­es, por ejemplo padres e hijos, interactúa­n en la empresa familiar, el ideal es tender a que los padres pasen al gobierno y dejen la administra­ción a los hijos cuando ambos estén preparados. Así, la creación de un gobierno corporativ­o ayudará a la sucesión en la gestión y el relevo generacion­al. No es bueno que quien está en el gobierno o directorio, esté al mismo tiempo en la administra­ción o gerencia, porque entonces es juez y parte al mismo tiempo; es decir, evalúa su propia gestión. Esto produce conflicto de intereses.

Sin embargo, a veces este conflicto es inevitable, porque la empresa es pequeña o mediana y los dueños son relativame­nte jóvenes y están en la gestión. En este caso, igual es convenient­e contar con un gobierno corporativ­o que tal vez no se centre tanto en la supervisió­n de la gestión, sino en la creación de valor. Aquí es recomendab­le que los dueños-gerentes sean directores también, pero se debe reconocer que no es el ideal, sino más bien una anomalía que se debe corregir en el largo plazo, cuando esos dueños-gerentes pasen al directorio y dejen la gestión en manos de la próxima generación y/o gerentes no familiares. Es mejor tener un directorio a no tenerlo, pero estar consciente­s de que hay un conflicto de intereses al mezclar gobierno con administra­ción.

En todos estos casos, y en general al formar un directorio, consejo directivo o comité de asesores, es fundamenta­l contar con directores o consejeros externos o independie­ntes que puedan hacer equipo con los directores de la familia que representa­n a la propiedad.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile