HOY EN LA HISTORIA
Fue uno de tantos terremotos que han dejado en ruinas a ciudades chilenas. Pero es uno de los pocos en el cual quedó el registro de una predicción. Un comunicado publicado por la Armada el 6 de agosto de 1906 preveía la ocurrencia de fenómenos climáticos y sísmicos en las costas de Chile para el día 16, a raíz de ciertas conjunciones planetarias. Este tipo de anuncios se encontraban entonces muy desprestigiados, debido a la poca certeza que otorgaban, y no pudo concluirse que el acierto se haya basado en razones científicas o fue mero azar. Lo cierto es que a las 19.55 de la tarde del día predicho, un remezón violento se expandió por la zona costera, con epicentro en la costa frente a Valparaíso, derrumbando la mayor parte de las edificaciones de la V Región. Fue de 7,9 grados según la escala de la época. Además del desastre generado en la ciudad -que obligó a formar un comité de reconstruccióny al elevado número de muertos que se informó en aquel momento (alrededor de dos mil) hubo otro hecho que marcó las jornadas posteriores al sismo. Tras la destrucción casi completa de la ciudad, Valparaíso fue declarada en estado de sitio y el almirante Luis Gómez Carreño se encargó de organizar la distribución de alimentos, agua potable, la remoción de cadáveres y la demolición de edificios a punto de caer. Pero también enfrentó de modo controversial el pillaje que se produjo; ordenó fusilar y exhibir públicamente los cuerpos de quienes hubiesen cometido delitos (robo o violencia contra la comunidad) para detener posibles revueltas, lo que generó la crítica de quienes lo acusaron de no haber corroborado la culpabilidad de algunos fusilados.