ACTORES POLITICOS Y RELIGIOSOS CLAVES DE LA CRISIS EN EGIPTO
Hermanos Musulmanes y los salafistas
Cuando llegó al poder, Mohamed Morsi prometió liderar un gobierno “para todos los egipcios”, pero sus detractores aseguran que concentró el poder en manos de los Hermanos Musulmanes, grupo al que pertenece. Creado en 1928, se trata del más antiguo, extendido e influyente grupo islamista del mundo árabe. Perseguidos durante la época militar, la Hermandad salió de la clandestinidad tras la revolución de 2011 y pasó a dominar la escena política. Luego del golpe contra Morsi, el Ejército ha desatado una persecución contra los islamistas. Por su parte, los salafistas (corriente ultraconservadora del islam) respaldaron a Morsi como candidato presidencial. Pero al verse alejados del poder durante su gobierno, se sumaron a la oposición laica en las protestas y apoyaron el golpe militar que destituyó a Mohamed Morsi.
El movimiento juvenil Tamarod
El movimiento anti-Morsi conocido como Tamarod, que significa “revuelta” en árabe, fue el que organizó las manifestaciones masivas que condujeron a la destitución del presidente egipcio. Fundado en abril pasado por los miembros del Movimiento Egipcio por el Cambio, un grupo de oposición a Hosni Mubarak, que actuaba desde 2004, este grupo presentó una hoja de ruta a través de internet que incluía el nombramiento de un presidente y un gobierno interinos, el inicio de un proceso constitucional y la celebración de elecciones presidenciales. Según el diario español El País, los integrantes de Tamarod quieren preservar su relevancia y seguir en las calles, presionando al gobierno interino y a los militares para que mantengan su compromiso de tutelar una transición rápida y completa a la democracia.
El Frente de Salvación Nacional
La principal fuerza opositora al gobierno de los Hermanos Musulmanes, el Frente de Salvación Nacional, es una amplia coalición de partidos laicos y progresistas. Fue creada en noviembre de 2012, a raíz de las protestas contra el gobierno de Morsi, que consideraban de corte dictatorial. El Frente de Salvación Nacional apoyó la toma de poder por los militares -defiende que no fue un golpe de Estado, sino “el reflejo de la voluntad de los ciudadanos egipcios”- y designó al Nobel de la Paz Mohamed el Baradei para la tarea de negociar con el nuevo gobierno interino sobre los próximos pasos tras la destitución de Morsi. Designado como vicepresidente interino, El Baradei renunció al cargo tras la jornada de violencia del miércoles pasado. Dijo que no podía asumir la responsabilidad por el derramamiento de una sola gota de sangre.
Al Azhar y la iglesia ortodoxa copta
Al Azhar, el centro religioso y académico más influyente del mundo musulmán sunita, existe desde hace por lo menos mil años. Por su parte, la Iglesia ortodoxa copta reúne los hasta ocho millones de fieles que pertenecen a la minoría cristiana egipcia. Ambas instituciones religiosas se quejan de haber sido blanco de los ataques de los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes durante el gobierno de Morsi. El gran imán de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, y el Papa de la Iglesia ortodoxa copta, Tawadros II, respaldaron el golpe. Analistas creen que Al Azhar será un actor clave en los aspectos religiosos del juego político en el período post-Morsi. A los coptos también les favorece aliarse con el Estado, ya que constituyen una minoría religiosa. En los últimos días, 40 de sus iglesias fueron quemadas por apoyar el golpe contra Morsi.