HOY EN LA HISTORIA
LA APROBACION en la Comisión de Constitución del Senado del proyecto que facilita el ejercicio del derecho a voto de los chilenos que viven en el exterior, luego del acuerdo alcanzado entre el gobierno, la oposición y una parte de los parlamentarios oficialistas, significa un cambio relevante en la postura del primero, que hasta ahora había planteado consistentemente la necesidad de que quedara condicionado a la mantención de algún vínculo con el país. Llama la atención que en un tema de esta relevancia La Moneda haya prescindido sin mayor explicación de argumentos de peso y que defendió durante mucho tiempo, hasta el punto de sorprender a sus parlamentarios, como el propio presidente de Renovación Nacional, que votó en la comisión en contra del texto acordado. La propuesta de facilitar el ejercicio del derecho a voto de los ciudadanos que se encuentran en el extranjero ha sido largamente discutida y, mientras era apoyada por la oposición, enfrentaba la reticencia del oficialismo, que prefería condicionar el ejercicio del voto a la mantención de un vínculo mínimo con el país. Se discutió hasta dónde debía alcanzar este vínculo. Pero en todo momento, el gobierno defendió la necesidad de que quienes participan en las elecciones deben verse afectados por los efectos de las decisiones, esto es, el desempeño de los candidatos elegidos en sus cargos, o que pagan los impuestos que sustentan el ejercicio de ese gobierno. En las últimas semanas, sin embargo, el Ejecutivo retiró esta condición y manifestó su disposición a impulsar la aprobación del proyecto pendiente en el Congreso, bajo la sola condición de que los interesa- dos en votar en cada elección debieran inscribirse en los registros creados al efecto en cada consulado. Pero esta no es una condición para acreditar un vínculo, sino la mínima exigencia para mantener una organización de las elecciones que permita su desarrollo en forma seria y confiable. Por de pronto, esta es la exigencia básica para determinar si cumplen los requisitos de ciudadanía para estar en el padrón electoral y solucionar temas prácticos como contar con las cédulas necesarias para ejercer el sufragio. El segundo tema abordado en el acuerdo es que esta facilidad para el voto en el exterior sólo sería aplicable a las primarias y elecciones presidenciales y a los plebiscitos, excluyendo así las parlamentarias, municipales y votaciones para consejeros regionales. Son exclusiones razonables, pues no parecería lógico que se permitiera votar en elecciones de carácter local o donde se va a evaluar el desempeño de un diputado o senador, a una persona que se encuentra en otro país y que difícilmente cuenta con la información necesaria para ejercer el voto con el fundamento mínimo requerido. Más aún cuando, en presencia de la inscripción automática y voto voluntario, esos votos pueden ser muy incidentes en el resultado, sin que se cumpla suficientemente con las exigencias de un sufragio informado. Si bien resulta entendible que los gobiernos flexibilicen sus posturas y lleguen a acuerdos con la oposición en medio del debate legislativo, ello debe ser hecho conforme a criterios claros y, especialmente, explicando la razón por la cual aspectos que se defendían como esenciales dejan de serlo, porque de lo contrario, se debilita la consistencia que se debe reconocer a sus planteamientos.
“Pionero, patriota, soldado, explorador, legislador del estado, congresista, martirizado en El Alamo, 1786—1836”, señala la tumba de este norteamericano, resumiendo lo que fue su vida, a la cual la creencia popular agregó elementos que lo caracterizaron en las series de televisión y en las más de 20 películas donde figura como personaje.
Nació cerca de Limestone Creek, Tennessee, el 17 de agosto de 1786, y siendo todavía un niño se fue de su casa por un conflicto con su padre. Deambuló los años siguientes por distintas localidades del estado, donde desarrolló habilidades como trampero y cazador. Volvió al hogar familiar hacia 1805 y se incorporó posteriormente al ejército, participando como explorador en la guerra Creek entre 1813 y 1814. Esto cimentó un prestigió que le permitió ser nombrado coronel de las milicias de su estado.
En 1821 resultó elegido para la legislatura del Estado y en 1826 se convirtió en representante de Tennessee en el Congreso de Estados Unidos, desde donde sostuvo la causa de los excluidos en la adquisición de tierras en el oeste y mantuvo una fuerte oposición al Presidente Andrew Jackson y a su política de impulsar el traslado de la población india hacia el oeste del río Misisipi.
En 1835, y luego de ser derrotado en una reelección, decidió trasladarse a Texas y enrolarse como voluntario en el ejército de dicho estado, que estaba formado por colonos y que, apoyado por Estados Unidos, buscaba obtener la independencia de México. Sin embargo, el 6 de marzo de 1836, y luego de 13 días de sitio por parte de las fuerzas del general mexicano Antonio López de Santa Anna, murió en El Alamo este personaje que simbolizaba los principios del héroe de la frontera.(