Martha González
Creadora de Vegan Bunker (Blanco Encalada 2749. Tel. 85846257) vive y saborea la vida sin elementos animales de por medio. Acá, parte de su ideario y de su oferta al plato. No trabajamos con una carta fija. Si hay un día frío aparecen legumbres, charquicanes, guisos y verduras preparadas de muchas formas. Acá tenemos completos con vienesas de soya, pizzas, jugos naturales, té helado y pastelería sin ingredientes de origen animal, por lo tanto, aptos para intolerantes a la lactosa. Vegan Bunker siempre es una oferta, por eso es que se destaca entre su público y los demás restaurantes vegetarianos. Nuestros precios van desde $ 1.000 a $ 3.000. Este último corresponde a los fines de semana o feriados y es un plato de fondo, más ensalada y jugo. Jugos naturales o té helado. Soy fan de las limonadas con albahaca y los jugos vitamínicos tipo kiwi naranja zanahoria. No soy adepta a las bebidas gaseosas ni bebo ningún tipo de alcohol.
Sí, y fuera del horario de atención. Ya llevo tres años. No conozco ninguno y por eso que decidí crearlo. Soy vegetariana desde chica y vegana después. Siempre esperé algo así, pero me daban desconfianza los restaurantes de este tipo, porque están en manos de personas que no tienen este estilo de vida y alimentación. Pago por cosas que me da lata hacer: sushi y pizzas. Me gustan mucho los helados artesanales también. Si tengo ganas de saludar a un viejo amigo y comerme un sandwich, paso a Arte vegetal, atrás de la Torre Entel, en Nueva Amunátegui. Si quiero una limonada y una pizza a la piedra, voy a La Jardín, en el barrio Italia. Y si quiero heladito de maracuyá, voy al Emporio La Rosa. Además, ahí tienen sin lactosa ni gelatina.