La Tercera
sodio de Star wars.
“Tenemos que encontrar a un realizador que tenga muchas ganas y sin miedo de seguir a J.J. Abrams, porque en mi caso eso me espantaría”, dice al teléfono desde Los Angeles Bob Orci, guionista y productor de la película. Con un castellano casi perfecto, asegura que al comienzo estuvo “un poco enojado” con la decisión de Abrams, pero la entiende: “Han sido dos películas y cuatro años de su vida trabajando en Star trek, y si quiere hacer otra cosa, está bien. De todas formas, va a estar ayudándonos con el guión”.
Pese al miedo que algunos fans han expresado por el futuro de la saga, para el guionista Alex Kurtzman no hay nada que t e mer. “El mi s mo hecho de que Abrams está navegando en las dos franquicias lo obligará a hacer un esfuerzo por lograr que sean diferentes. Son mundos distintos, por lo que no estoy preocupado de que vaya a haber coincidencias”, explica. Lo que sí es claro para ambos es que la ventana de estreno de la tercera parte se debe reducir, para no repetir los cuatro años de espera entre la primera parte y la actual. “Ya empecé a trabajar en el guión, pero no te puedo dar más detalles. Tenemos unas cuantas ideas que estamos persiguiendo”, apunta Orci.
Se trata de un proyecto especial para ambos guionistas, que han trabajado con Abrams desde 2001, cuando escribieron la serie Alias, pues se definen como fanáticos de Star trek desde su infancia. “Me gusta la idea de saber que aquellas cosas que me gustaban cuando niño están siendo manejadas por gente que es tan apasionada por el material como yo lo era. Nunca hacemos un proyecto si sentimos que no lo vamos a amar o no lo llevaremos a un lugar creativamente interesante. De otra forma es una pérdida de tiempo”, apunta Kurtzman sobre sus lazos con la serie creada por Gene Roddenberry en 1974.
Además de problemas para coordinar las agendas de to- das las partes involucradas en la secuela de la nueva versión de la saga estrenada en 2009, uno de los elementos que retrasaron la producción fue encontrar una idea adecuada. “Sabíamos que debía ser una historia de la cual no era necesario saber nada de la película anterior o de Star trek en general. Por eso, todo lo que necesitas conocer lo averiguas en el filme. Tiene que ser una película en sí misma, y una vez que teníamos al villano, creímos que éramos capaces de desarrollar la película”, explica Orci.
El villano favorito
El guionista profundiza en el personaje sobre el cual se construyó la cinta: “Teníamos mucho susto, porque sabíamos que de alguna forma este villano es como El Guasón de Batman, es El Guasón de Star trek. Pero también sabíamos que es una parte de Star trek que nos encantaba: la idea siem- pre fue que era un terrorista que tenía humanidad, porque está tratando de defender a su familia. Era demasiado interesante para nosotros y teníamos que hacerlo (dice en inglés)”.
Se trata de John Harrison, rol que quedó en manos de Benedict C u mber b a t c h ( Sherlock), quien envió su audición grabada en la cámara de un iPhone. “Cuando lo vimos y después averiguamos de su show, dijimos ‘este cuate está buenísimo’. Y cuando empezamos a grabar, podías ver que cuando él estaba en una escena, los otros actores estaban tratando de hacerlo mejor, porque él era tan bueno. Nos espantó un poco a los demás”, cuenta entre risas Orci.
Para Kurtzman, la idea tras las películas es respetar el espíritu del trabajo de Roddenberry. “El siempre tuvo esta hermosa visión sobre el optimismo. De eso se trata Star trek. Aunque la película se llame ‘En la oscuridad’, en realidad se trata de poner a prueba ese nivel de optimismo. Y parte de nuestra responsabilidad es crear una cinta que funcione como espejo de nuestra realidad y haga las preguntas que nos hacemos nosotros mismos, pero con esa libertad creativa que te permite disfrutar de lo que estás viendo”, concluye el guionista.