CRITICA DE DISCOS
LOS ABRAZA la fortuna o la desgracia los empuja al borde. Como la vida misma, la historia de Travis serpentea. Mítica la secuencia cuando en pleno apogeo de su fama tocaron Why does it always rain on me? en Glastonbury ’99, y se largó a llover. Y ante a los pronósticos de parálisis para el baterista Neil Primrose tras un accidente, no pensa- ron en un sustituto, sino en la disolución. Han pasado cinco años desde Ode to J Smith y un generoso descanso para la banda, aunque el líder Fran Healy editó un álbum – Wreckorder (2010)que tuvo entre sus invitados a Paul McCartney. En esos detalles los músicos de Travis mantienen una moral de sencillez, y aun así conservar un lugar indiscutido entre los grandes del rock británico de los últimos lustros. Tienen un humor socarrón que escapa al engreimiento de los herederos del brit pop. Como buenos escoceses hacen música con un sentido de la tradición semejante a producir un respetable destilado. Eliminan superficialidades y experimentos pretenciosos.
Where you stand transmite el valor de una banda que ha macerado su obra. Abren con Mother y su ritmo galopante evocativo del perfil dramático de Queen, mientras la suave voz de Healy se pregunta “¿por qué hemos esperado tanto?”. Sigue Moving con tiempo marchante para conducir a un coro glorioso, representativo de ese norte melódico propio del grupo, donde barajan una melancolía más acorde al adiós del verano, que a la postal de invierno. La canción homónima sintetiza la artesanía Travis: sentido colectivo, pi- vote melódico y sensibilidad como espíritu, para un futuro clásico. Warming sign y New shoes son pequeños arranques libidinosos. Another guy merodea entre Eels y Radiohead con excelente resultado. A different room exuda vibra épica mientras el rock se toma On my wall. Boxes gira minimalista – apenas piano y máquina de ritmos en la partida- elucubrando sobre la vida urbana, frecuencia que continúa en The big screen, crepuscular cierre de un retorno con argumentos para reclamar sitio entre lo mejor de su carrera.
Where you stand